Uno de los factores clave que permitió al sector agricultura afrontar con éxito la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 fue el desarrollo de los negocios dedicados a las exportaciones. Gracias a ellos, este rubro es hoy la segunda mayor fuente de divisas del Perú —solo superado por la minería—, y uno de los mayores generadores de empleo. Además, con reglas de juego claras e incentivos para los que arriesgaban su capital, este sector no requirió ayuda directa del Gobierno para salir adelante.

Cuando empezó la crisis, el ecosistema gerencial de emprendedores agroexportadores ya se encontraba cimentado. En aquel momento, este sector ya tenía mucha experiencia y era consciente de sus propias fortalezas y debilidades. Así fue que realizó las inversiones necesarias, reenfocó su relación con su personal, luchó por aumentar su participación de mercado y reinvirtió para lograr el cumplimiento de sus contratos. Sin demasiados problemas o retrasos, el sector agroexportador logró expandir su mercado pese al shock inicial generado por la pandemia.

La nueva normalidad nos deja un sector que, pese a enfrentar una severa disrupción, se ha fortalecido aún más. Sin embargo, en el escenario actual, observamos cómo el Gobierno y algunos sectores pretenden impulsar cambios repentinos en el marco normativo del sector agroexportador, lo que afectará el cultivo de sus productos más atractivos. En ese sentido, la prospectiva de escenarios futuros es una herramienta que puede ayudarnos a afrontar este futuro tan incierto.

Proyección de escenarios

La prospectiva de escenarios futuros permite a una organización establecer el panorama al cuál desea llegar en los próximos años y la estrategia que deberá seguir para lograrlo. Es una herramienta útil, tanto para las empresas que pretenden dedicarse a las mismas actividades en periodos bastante largos, como para aquellos negocios que sueñan con futuros más audaces e innovadores.

No obstante, este proceso es largo e involucra un conocimiento general de las diferentes etapas especializadas en el análisis prospectivo. Hay que saber cómo generar escenarios positivos, seleccionar las variables clave, realizar un mapeo de los actores y también de sus intenciones. Este último paso es importante porque no todos los actores quieren que nuestro equipo o nuestro emprendimiento tenga éxito. Una vez hecho este análisis, se diseñará la mejor estrategia para lograr nuestro objetivo final.

Etapas claves

Un escenario prospectivo completo tiene nueve pasos. Cada uno de ellos constituye un pequeño universo en sí mismo. Sin embargo, no siempre será necesario pasar por todas estas etapas. Cada empresa escogerá los pasos concretos que necesita para generar sus proyecciones, según el contexto en el que se encuentre.

Aun así, existen dos momentos a tomar en cuenta en todo proceso prospectivo. El primero es reconocer que existen diferentes tipos de gerencias, algunas más reactivas y otras más proactivas o creativas. Cada tipo de escenario necesita una combinación distinta de estos tipos de liderazgo, por lo cual hay que conocer la utilidad de cada uno.

Otro aspecto es tener claro a dónde quiere llegar la empresa, institución o equipo. Muchas compañías trabajan sin un plan definido que les permita trascender a largo plazo. Establecer ese norte no es fácil, pues hay que definir todos aquellos factores que implican “ser rentable” y tomar ciertas decisiones para saber adónde llegar, teniendo en cuenta que hechos fortuitos como el “cisne negro” (eventos impredecibles y con potencial catastrófico) siempre ocurrirán.

Pautas finales

Una empresa que opta por no realizar un proceso prospectivo, por las razones que tenga, dependerá solo de sus propias fortalezas y debilidades. Es verdad que las primeras pueden ayudarles a sortear tiempos difíciles, pero si estos son inesperados o demasiado frecuentes, las segundas le restarán mucha competitividad y rentabilidad.

Por ello, se recomienda realizar la prospección con cierta antelación, ya que es un proceso muy sencillo y no requiere invertir un monto demasiado grande. Tampoco nos obligará a redireccionar el aparato productivo, pero siempre debe mantenerse presente en la agenda del directorio, porque se trata de un trabajo continuo. Así, la empresa podrá afrontar crisis o problemas de manera más eficiente. ¿Has aplicado alguna vez esta herramienta en tu negocio? Cuéntanos tu experiencia.

* Alberto Maurer Fossa es docente del PEE en Agronegocios de ESAN.

Si quieres aprender a realizar este proceso, participa en los programas que el PEE en Agronegocios de ESAN tiene para ti.