A pesar de las dificultades que atraviesa nuestro país, el sector agricultura ha logrado mantener su buen desempeño y se proyecta que cerrará el 2021 con un crecimiento del 3 %. Este resultado se sostiene gracias a las exportaciones de palta, uvas, arándanos y espárragos, entre otros productos agrícolas, sumado a la creciente tendencia global de apostar por un consumo más saludable para reducir la incidencia de la COVID-19. ¿Qué desafíos tendrá que afrontar el sector durante el próximo año?

Panorama del sector

En el plano local, la papa y el arroz se mantendrían como los productos más consumidos, junto con el pollo y los huevos, y la demanda crecería como resultado del efecto rebote en nuestra economía. En el ámbito internacional, se proyecta que el arándano, la uva y la palta superarían en conjunto los USD 1000 millones por ventas en el exterior, mientras que los campos donde se cultivan siguen en constante expansión.

Si bien el Perú ya tiene mercados consolidados, como Estados Unidos, China y la Unión Europea, en los últimos años se ha logrado el ingreso a nuevos espacios, como la India. Es importante que el Gobierno explore con atención a estos países antes de determinar qué productos tendrían más éxito, a fin de aliarse con el sector privado para organizar ferias donde puedan mostrar sus productos a ese público.

También es importante mencionar el trabajo que realiza el Servicio Nacional de Seguridad Agropecuaria (Senasa) en la búsqueda de nuevos mercados para las agroexportaciones. Es importante porque brinda a los agricultores peruanos más oportunidades de venta para sus productos.

Es clave generar un circuito de mercados nacionales para que el agricultor venda sus productos a precios más razonables, registre más ingresos y mejore su calidad de vida.

Si bien diversos informes estiman la fuga de capitales en más de USD 15 000 millones y se observa migración de empresas en el sector agricultura hacia países como Colombia o Uruguay, estas acciones responden a una estrategia de producción, según las ventanas comerciales en el mundo. No considero que la fuga de capitales impacte a corto plazo, pero hay que estar alertas ante cualquier cambio de política económica, ya que desalentaría aún más las inversiones en el país.

Retos urgentes

El proyecto de presupuesto del sector público para el año fiscal 2022 de la función agropecuaria asciende a S/4604 millones, un 10.4 % más frente al presupuesto del 2021. Sin embargo, debemos tener muy claro a qué se destinará ese dinero. Por ejemplo, tenemos obras de infraestructura paralizadas, como Chavimochic III, Majes II, Chinecas y la segunda fase de Olmos. Estos retrasos afectarán el desarrollo del sector, porque dificultan el transporte de agua hacia los cultivos.

Otros retos importantes para el sector, de cara al 2022, son:

• El aseguramiento del acceso al financiamiento para los pequeños agricultores, ya que hoy solo un 10 % tiene esa posibilidad. Debemos lograr que alcance, al menos, al 50 % de este grupo.
• Garantizar el acceso del pequeño agricultor a los mercados internacionales, un aspecto en el que el Estado se encuentra trabajando.
• Generar un circuito de mercados nacionales para que el agricultor venda sus productos a precios más razonables, registre más ingresos y mejore su calidad de vida.
• Brindar asistencia técnica a los agricultores para que produzcan con más eficiencia. Asimismo, el Estado debe aliarse con las empresas privadas para crear productos innovadores que logren una mayor velocidad de crecimiento.

Todos estos aspectos deben incluirse en una eventual reforma, para favorecer al sector, desde el agricultor pequeño hasta las grandes industrias. De esta manera, seguiremos creciendo y generaremos más empleo. ¿Qué otros retos pendientes existen en el sector agricultura? Déjanos tu opinión.