Una de las principales fuentes de ingresos del Estado es la proveniente de la recaudación tributaria. Los impuestos cobrados a las empresas y a los profesionales independientes permiten costear los gastos gubernamentales, financiar la construcción de obras públicas, etc. En ese sentido, a más de tres años del inicio de la pandemia mundial de la Covid-19, es importante analizar cuál es la situación de recaudación tributaria en el Perú.

Escenario actual

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el mes de enero del 2023 registró una caída de 3.8 % en la recaudación tributaria, frente al mismo mes en 2022. Este resultado era esperable debido a la convulsión social en la que estuvo inmerso el país y que paralizó el aparato económico. Como consecuencia, los ingresos por ventas de las empresas disminuyeron y con ello también la recaudación tributaria.

La conflictividad social ha provocado una paralización general del aparato económico. No solo se ha producido una retracción en la generación de ingresos de las empresas, sino también una ralentización en la contratación de mano de obra por los recortes de gastos. Otro rubro que ha resultado bastante afectado por estas razones es el de las empresas de asesoría independiente.

La recaudación tributaria suele repuntar entre marzo y abril de cada año, gracias a la regularización del impuesto a la renta en las empresas y profesionales independientes que se encuentran en el sector formal. Se espera que lo mismo ocurra este año, aunque quizás el nivel de recaudación sea discretamente menor al del 2022, ya que ese año resultó ser más dinámico por la reactivación de la actividad empresarial y la dinamización de las operaciones en el aparato económico.

Avances y retrocesos

El precio de los commodities es clave en un país como el Perú, cuya economía se sostiene, en gran medida, en la minería metálica. Un sector importante de ella gira en torno al cobre, un commodity cuyo precio ha ido en aumento durante los últimos años. Se estima que este ascenso se mantendrá durante el 2023 o, cuanto menos, que se mantendrá el promedio registrado durante los últimos dos bimestres. Ello permitirá aumentar la recaudación tributaria que se espera de las empresas mineras.

No obstante, existen algunos sectores que no se han recuperado por completo del efecto generado por la pandemia. Si a ello le sumamos los problemas ocasionados por la conflictividad social, la incertidumbre y la inestabilidad política, definitivamente el pronóstico de estos sectores no es de los mejores.

Habrá que descubrir si la situación se recompone hacia el final del año. Recordemos que la gestión del Gobierno actual se encuentra en piloto automático hasta las próximas elecciones, así que es improbable que se tomen medidas para ayudar a la recuperación de sectores como el turismo o la agricultura.

Medidas urgentes

Es necesario que el Gobierno analice a profundidad la situación en que nos encontramos. Uno de los aspectos que dificulta más la recuperación económica del país y de los niveles habituales de recaudación tributaria es la informalidad, que nunca se ha logrado atacar de manera efectiva. En ese sentido, se recomienda tomar medidas que motiven a estos negocios a formalizarse mediante incentivos o beneficios, sin formalidades excesivamente rigurosas ni amenazas represivas.

Es responsabilidad del Gobierno llevar adelante un nuevo pacto social con los empresarios informales, que componen aproximadamente dos millones de empresas. Es necesario hacerles entender la importancia de sus negocios en el aparato económico, así como por qué es relevante que se formalicen para crecer mucho más y aportar al desarrollo del país.

¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.

*Jorge Bravo es docente de los programas de ESAN Business Law.

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