Pruebas del deterioro de EsSalud eran el congestionamiento en la atención de Emergencia, el desabastecimiento de medicinas y la demora en las citas para procedimientos y exámenes auxiliares. Entonces, en ese momento, lo más importante para mí era tratar de recomponer los equipos humanos de gestión, en medio de un ambiente post huelga, que había sido como un gran terremoto en la entidad y que aún hacía sentir sus réplicas. No obstante, las situaciones más críticas y complicadas siempre suponen la posibilidad de mejorar.
Identificamos colaboradores que tuvieran muy buenas competencias profesionales pero, sobre todo, una gran calidad humana ya que si queríamos reconstruir el seguro social necesitábamos que el personal de confianza se convirtiera en verdaderos referentes positivos para los demás.
Luego de esto, lo primero que hicimos fue abordar el problema de los medicamentos. Resulta que EsSalud hacía compras por varias vías: compras corporativas a través del Ministerio de Salud (que eran solo el 20% del total) y compras institucionales. En ambos casos, los procesos de adquisiciones del Estado contemplaban una modalidad de subasta inversa, la cual exigía que se presentaran, por los menos, dos postores; caso contrario, el proceso se declaraba desierto. Por ello, el 30% de las licitaciones se frustraba. Desde que entré a EsSalud hasta hace poco menos de dos meses no había día en que no firmara una resolución declarando la nulidad de las compras.
Otro factor que perturbaba esta labor era la ineficiente gestión del área central de logística, y ahí incluyo la debilidad de los comités especiales, cuyos miembros no eran personas especializadas en temas logísticos. Aquí tuvimos que hacer muchos cambios para recomponer los comités con gente preparada y que tengan la posibilidad de tomar decisiones con arreglo a la norma y, desde luego, proponer la modificación de la legislación.
Así, a través de una modificación en la Ley de Presupuesto se estableció que la subasta inversa podrá ser adjudicada cuando haya un solo postor. Este cambio ha sido cardinal pues nos permitió pasar del 30% de procesos desiertos a menos de 5% en la última compra corporativa. Ahora podemos asegurar que a partir de julio próximo estaremos plenamente abastecidos de medicamentos.
La institución atravesó un grave desfase financiero desde los años 2009 y 2010, debido a la eliminación de dos aportes por año que hacían los empleadores al seguro social. En ese tiempo, se tuvo que tomar decisiones heroicas, como tomar préstamos del Banco de la Nación, los cuales felizmente ya fueron cancelados. Pero también supuso un ajuste presupuestal, de tal forma que se restringieron todas las acciones encaminadas a generar nueva infraestructura o a la adquisición de equipos estratégicos.
Hubo un verdadero descalabro financiero. Sin embargo, desde finales del año pasado, dicha situación ha sido superada y la reserva técnica de EsSalud ha sido reconstituida, de tal modo que ya no tenemos la brecha financiera. No obstante, eso no quiere decir que no necesitamos los dos aportes que se eliminaron. Los requerimos urgentemente porque ahora tenemos un equilibrio financiero precario que solo nos permite mantener la situación tal como está; es decir, garantizando mínimos niveles de atención.
Hay un común sentir de la población en torno a que EsSalud cuenta con una ingente cantidad de recursos, pero eso es solo aparente, pues cuando se habla de 7,600 millones de soles de presupuesto anual parecería mucho, pero cuando eso lo llevamos a términos de ingreso per cápita tenemos solo 250 dólares por persona al año. Yo preguntaría, ¿qué seguro público o privado que ofrezca un plan integral como EsSalud cuesta menos de 60 soles mensuales? Mientras, en países vecinos, el gasto va de 500 a 600 dólares (Ver cuadro).
Fuente: Banco Mundial
Con estas cifras nos damos cuenta de que es imposible pedir mejores condiciones, aunque estamos haciendo denodados esfuerzos por ser más eficientes.
Por ejemplo, en la compra de medicamentos hemos ahorrado 55 millones de soles y el próximo año podríamos ahorrar un poco más. Eso ha sucedido porque hemos luchado frontalmente contra la corrupción y logrado que los postores, que antes era únicos, bajen sus precios por la competencia, pero también les hemos dicho que si no lo hacen vamos a tener que salir a comprar al exterior. Fruto de este acercamiento, algunos laboratorios están registrando más productos y esperamos que el próximo año la lista de 78 medicamentos con postor único se reduzca. Sí podemos ser más eficientes, pero todo tiene un límite, pues necesitamos invertir para que nuestra oferta de servicios crezca. Sin dinero no se puede avanzar más.
El escenario ideal para mí es que toda persona asegurada tenga la posibilidad de hacerse un chequeo médico una vez al año, por lo menos; que todo peruano que tuviera una enfermedad crónica pueda realizarse sus controles periódicos y que todo esto esté apoyado por servicios complementarios y sociales que puedan hacer que su vida sea más feliz, porque el concepto de felicidad del ser humano debería ser el objetivo de la sociedad peruana.
A través de la Gerencia de Prestaciones Sociales, que luego se llamará del Adulto Mayor y de las Personas con Discapacidad, podremos brindar oportunidad a los asegurados para que tengan una vida más llevadera, en sociedad y con distracción, esparcimiento y aprendizaje.
¿Considera que se deberían devolver los aportes de las gratificaciones a EsSalud que fueron eliminados por el Congreso?