Toda organización siempre necesitó una combinación de factores para generar un cambio disruptivo. Hoy estamos inmersos en un cambio que no es cualquier impulsor generador del cambio, sino que hablamos de un "cisne negro" (un evento difícil de predecir, con un gran impacto en la vida diaria). Este nos enfrentará a modelos avanzados de trabajo, de consumo y de servicios.
A medida que evoluciona la situación, reconocemos (y las organizaciones también) que el virus no se puede detener en el corto plazo y que tendremos que convivir con él. Cambiarán muchas cosas, entre ellas la limitación para desplazarse y reunirse, cuya consecuencia afecta a todos. Sin embargo, también tenemos un mundo más digital, que abrirá nuevas oportunidades para la tan mentada transformación digital de las empresas. El reto está en la sincronización de la estrategia, la tecnología, el liderazgo y los servicios.
Al grano.
Los cambios tecnológicos siempre estuvieron presentes en los cambios de época. Y hoy, por sofisticados que son los conceptos, ya nos llevaban por modelos avanzados de servicios, y bajo el escenario actual, todo esto --la conexión entre el mundo físico y el mundo digital, con el internet de las cosas; la automatización de algunos procesos con robots para tener operaciones menos costosas, con más eficiencia y seguridad (por ejemplo, robots que miden la temperatura); anticiparse a las situaciones gracias al análisis predictivo de información, con el big data y la analitica de datos, o las soluciones de inteligencia artificial, con sus asistentes virtuales, chatbots y algoritmos de predicción que mejoran la productividad-- y más, nos permitirá rediseñar nuestros servicios.
Es necesario un reset al mindset de la organización, es decir, un cambio de mentalidad para encajar en el "nuevo normal".
Además de "cisnes negros" y tecnología, se necesita un liderazgo ambidiestro. Por un lado, reconocer la necesidad de volvernos ágiles (para probar, aprender y modificar sobre la marcha) y tener un comportamiento innovador para lanzar nuevas iniciativas. Necesitamos flexibilidad de recursos, sembrar el sentido de urgencia en el equipo (que comprende que todos deben involucrarse con el estado de crisis), ser flexibles y camaleónicos.
En pocas palabras, es necesario un reset al mindset de la organización (un cambio de mentalidad para encajar en el "nuevo normal"). Por otro lado, es imperativo tener mentalidad estratégica para definir "estrategias de contención" de las amenazas y, en paralelo, "estrategias de reactivación".
La respuesta estratégica dependerá, además, del flujo de efectivo que el modelo de negocio genere, de la posición competitiva y del mercado en la que se encuentra, así como de la capacidad para identificar a la nueva demanda, y su nuevo perfil de consumo, en el "nuevo normal".
La nueva estrategia tendrá un componente digital sólido (eso sí, debemos ser realistas con las alternativas tecnológicas con las que se puede disponer en el corto plazo) que se complementa con estrategias de supervivencia, como la creación de modelos de negocio low cost (*). Estos deben contemplar una interacción reducida de contacto con el cliente, con protección de personas vulnerables, con restricciones más estrictas de traslados e higiene.
Hasta hoy la creación de servicios seguía la lógica: lograr una alta satisfacción del cliente. Cuando se diseña un servicio, se focaliza en tres aspectos: 1. En entregar la propuesta de valor ofrecida (valor intrínseco del producto o servicio), 2. En laprestación del servicio (para lograr la satisfacción del cliente) y 3. En la ejecución impecable del ecosistema del servicio (cadena de procesos que ocurren antes, durante y después de la venta) por cada uno de los canales de venta. Sin embargo, ya no será así.
La nueva lógica para diseñar servicios incluirá procesos de cocreación de valor con el cliente, con procesos que establezcan relaciones de largo plazo (relaciones que nacen antes de la venta, es decir, desde la cocreación) para fomentar la recompra, una nueva imagen y un nuevo posicionamiento. La tecnología será crucial para asegurar una buena experiencia del cliente y la provisión del servicio (desde la identificación de necesidades, pasando por la toma de pedidos, hasta una nueva forma de hacer la prestación, la entrega del servicio y el cobro).
Cuando pase la crisis, y se consolide el "nuevo normal", se diseñará un plan de recuperación que contempla: 1. Revisar los nuevos procesos que se crearon (para hacerlos más eficientes). 2. Generar las competencias en el personal que opera el servicio. 3. Definir estrategias para competir en el "nuevo normal" y 4. Con base en lecciones aprendidas, definir protocolos de acción para futuros eventos similares.
Recuerda que, para rediseñar servicios, se necesita técnica y la técnica se logra con la práctica. Una técnica bien entrenada es mejor que la suerte. ¿Tienes ya la nueva estrategia para tus servicios? Cuéntanos tu experiencia.
Es necesario un reset al mindset de la organización, es decir, un cambio de mentalidad para encajar en el "nuevo normal".
Actualmente es gerente de proyectos de la consultora STIGOU enfocada en proyectos de revisión de la estrategia empresarial, diseño y mejora de procesos. Consultor en procesos y estrategia. Trabaja con directivos para revisar modelos de negocios, elaborar planes estratégicos, mapas estratégicos y tableros de control; así como, para optimizar, redefinir y rediseñar procesos. Tiene más de trece años de experiencia como docente e instructor de equipos de alto rendimiento. Ha desarrollado más de treinta y cinco proyectos relacionados a la especialidad en Perú, Colombia y Portugal. Centra su investigación en la innovación de procesos y la revisión de la estrategia empresarial para conseguir eficiencias operativas de manera ágil y eficiente. MBA por UPC. Ingeniero Industrial y de Sistemas por la Universidad de Piura. Posgrados en Gerencia de Sistemas y TI.
Espacios propicios para la creatividad, la innovación y la experimentación, apoyados en el uso de frameworks ágiles, facilitan que las empresas construyan entornos que les permitan descubrir soluciones novedosas a sus problemas y reafirmar su posicionamiento en el mercado.
La transformación digital, basada en una apropiada planificación, permite a las empresas adaptarse con éxito a los cambios cada vez más frecuentes en el mercado. El caso de éxito de The New York Times nos deja muchas lecciones al respecto que podemos aplicar.
El data storytelling es importante para darle a tus presentaciones en la empresa un hilo conductor que resulte atractivo a la audiencia, además de establecer conexiones emocionales con todos.