Vivimos en un mundo sin límites ambientales, orientado a la maximización de la producción y a la racionalidad económica. En este contexto, la cultura empresarial se basa hoy en día en los sistemas legales vigentes, las teorías económicas y las visiones tecnológicas.
El desarrollo de las comunicaciones ha estado acompañado de otros procesos sociales, entre los que destaca el surgimiento de la figura del ciudadano consumidor que ya no solo reclama por sus derechos al Estado sino que también lo hace a las organizaciones empresariales. A su vez, la urgencia requerida por el cambio climático y la enorme población en situación de pobreza ha llevado a las comunidades a pretender formas de producción más limpias, inclusivas y transparentes.
Enfocándonos en lo anterior, se dedujo tomar el desarrollo sostenible como base para esta cultura que necesita lineamientos basados en un enfoque gerencial y organizacional. Es así como surgió la gerencia sostenible, que en la práctica industrial facilita la integración eficaz.
El concepto de desarrollo sostenible implica un cambio de enorme alcance: se requiere una cultura nueva centrada en la cuestión social, en particular en la erradicación de la pobreza a nivel global, caracterizada por un gran respeto de naturaleza y basada en nuevos modelos económicos, tecnológicos y legislativos que abarcan los patrones del próximo siglo.
No obstante, hay que reconocer que apenas estamos entendiendo este cambio y lo que implica el desarrollo de todos los elementos necesarios para esta nueva cultura. Resulta necesario comprender que para encontrar soluciones eficaces se necesita un enfoque integrador en el que la dimensión organizacional puede constituirse como base.
A partir de los planteamientos del desarrollo sostenible se puede determinar los primeros lineamientos de un modelo nuevo en la gerencia estratégica. ¿Cuál es? El enfoque sostenible, que tiene como objetivo satisfacer las necesidades del presente sin poner en riesgo la posibilidad de las futuras generaciones.
Los desafíos de la sustentabilidad interpelan a los Estados, las empresas y a las organizaciones sociales a seguir creciendo económicamente pero en equilibrio con el cuidado del planeta y generando mayor equidad social. Al mismo tiempo, se pretende que las personas adquieran nuevos hábitos de consumo.
La complejidad que supone la toma de decisiones para el desarrollo sustentable ha dado origen a numerosas iniciativas internacionales que, por medio de metodologías y herramientas de gestión, permiten a los distintos actores sociales orientar su accionar midiendo la triple línea de impactos: económicos, sociales y ambientales.
Finalmente, es preciso señalar que el modelo de gerencia estratégica y el desarrollo sustentable, entendido como fin que orienta la acción, necesitan profesionales capacitados para tomar decisiones políticas, generar programas y realizar acciones que les permitan relacionarse fructíferamente con sus distintos grupos de interés, tanto a nivel interno como externo.
¿Considera usted que la cultura del desarrollo sostenible está avanzando en la dirección de las organizaciones en Perú?
Doctora en Ciencias Económicas (Ph.D. in Economics) - WHU - Otto Beisheim Graduate School of Management, Koblenz, Alemania. Magíster en Administración - ESAN, Lima, Perú. Ingeniera Industrial - Universidad de Lima, Lima, Perú. Profesora de Liderazgo y Comportamiento Organizacional (MBA y Maestrías Funcionales). Profesora de Gerencia Estratégica (MBA y Maestrías Funcionales). Miembro del Área Académica de Administración. Actualmente es decana de ESAN Graduate School of Business.
A pesar de que las universidades registran más mujeres matriculadas que hombres, la presencia femenina en el mercado laboral aún es menor, debido a muchos factores socioeconómicos que debemos analizar.
Si una empresa desea tener éxito, debe desarrollar un comportamiento organizacional que le permita lograr un buen funcionamiento en todos los niveles de su escala jerárquica. ¿Por dónde empezar este proceso?
La dirección estratégica facilita el logro de metas y los procesos de cambio en las organizaciones. Para ello, es importante analizar a fondo las propias fortalezas y debilidades, pero también diversos factores del entorno.