En estos días vamos a encontrar diversos pronósticos. Por ello, es importante tener en cuenta que un evento similar no ha ocurrido anteriormente en la historia reciente, por lo que la capacidad de anticiparse a lo que ocurrirá pasa principalmente por un análisis de especulación e hipótesis. Sin perjuicio de ello, la recomendación se centra en analizar la situación con resguardo y de forma estratégica, no siendo tan pesimista esperando la siguiente hambruna, ni creando un positivismo fuera de la realidad.
Teniendo este escenario, cabe aprovechar estos días para replantear posibles formas de enfrentar el mercado en los siguientes meses. Por ejemplo, es esperable que algunos hábitos de consumo se demoren en regularizar, por lo que aquellos empresarios que ya hayan anticipado estos cambios pueden comenzar a desarrollar planes de acción.
Así, el propietario de un restaurante podrá desde ahora estar calculando con "wincha en mente" cuántas mesas podrá acomodar en su área de negocio, manteniendo la distancia que los organismos de salud recomienden mantener entre personas. Una vez que haya logrado esto, deberá pensar en cómo comunicarlo, a fin de que, sus clientes habituales puedan comprobar las medidas de adaptación realizadas. Sin duda que menos mesas generan menos ingresos, pero puede conseguir que se mantenga al menos un flujo. Para cubrir la otra parte, habrá que pensar en reforzar la logística de repartición de productos, tal vez considerando el presupuesto de personal reducido, para la contratación de gestores de delivery. El restaurante que ya existía tiene varios activos y uno de ellos es su clientela.
Otra opción es la de "pivotear" su giro de negocio. En el mundo de las empresas que buscan grandes cantidades de dinero para financiar y multiplicar sus proyectos en etapa inicial (startups), el término pivotear es usado para definir el momento en el que una empresa varía o amplía su giro comercial en base a las demandas del mercado, con el fin de mejorar o simplemente evitar desaparecer.
Para esta opción, es decisiva la ayuda de las municipalidades en las solicitudes de ampliaciones de giros comerciales. Si un local ya cuenta con uno, podrá revisar cuánto espacio podrá utilizar para probar otros rubros que se adecúen al posible nuevo mercado. Es importante que las autoridades sean bastante flexibles en esta coyuntura, incluso por norma.
En este punto, es válido considerar un tema que ya presentamos anteriormente, que es la "coopetencia". Mediante la cooperación de pequeños competidores en el mercado, se pueden generar alianzas específicas para reforzar opciones comerciales, mediante la reducción de costos. Por ejemplo, uniendo este concepto con la idea anterior, el propietario o arrendatario de un local, podría ceder parte de su negocio a su competidor o varios unirse en un espacio multimarca, como venía ya haciéndose en el emporio de Gamarra, para ingresar a nuevos mercados. Siempre será mejor reducir espacio y costos para poder seguir ofreciendo la mercadería, frente a la opción de cerrar la tienda por falta de ingresos para el pago del arrendamiento. La estructura legal para estas alianzas podría pasar desde el tradicional subarrendamiento, hasta un contrato de servicios de ofrecimiento de productos en tienda o incluso consorcios.
Una última opción por revisar en este artículo podría ser la celebración de contratos de agencia. En caso un empresario vea inviable mantener su negocio, debe recordar que este mantiene un activo valioso, que es el conocimiento de su mercado. La opción de conocer los hábitos de consumo y tener una relación generada con los compradores de un sector puede tener un valor para su competidor. Por ello, la opción de fomentar la venta de terceros mediante su conocimiento y gestión comercial puede ser una forma de variar de rubro, ya no siendo un comercializador directo sino un gestor de negocios, protegiendo su derecho a comisión mediante la revisión de plazos, exclusividad y supervisión, sobre las transacciones que se realicen con los clientes presentados.
Estas son ideas sueltas frente a las muchas que pueden salir en la revisión del escenario actual y pensarlas es un ejercicio recomendable.
Abogado por la PUCP y Máster en Derecho Comercial e Internacional por la Universidad de Buckingham. Actualmente, es Consejero Comercial de New Zealand Trade & Enterprise y Director Ejecutivo de su propio estudio. Con experiencia en PwC Perú, y en Londres, se especializa en derecho societario y comercial. Profesor en ESAN y autor de un libro sobre inversión extranjera y derecho empresarial. Ha sido distinguido como Caballero de la Orden del Camino de Santiago.
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