Las recientes medidas que ha publicado el Gobierno a través de 18 decretos legislativos se han dado, fundamentalmente, para incrementar la recaudación, pues hay una necesidad de gasto público en parte por los proyectos sociales y obras, y por otra parte, debido a las demandas en distintos sectores, como EsSalud, la Policía Nacional, etc. En los últimos días observamos anuncios de huelgas y paralizaciones de funcionarios del sector público que demandan mayores recursos. Frente a eso, el Estado viene perdiendo inversiones, como la suspensión del proyecto minero Conga, debido a la convulsión social.
Así, hemos entrado en un círculo vicioso. Por un lado la gente exige recibir los beneficios del progreso y, por el otro, impide que se realicen algunos proyectos de inversión, mientras que el Gobierno debe cumplir una serie de promesas electorales. En ese contexto, la reforma tributaria no es más que una respuesta a esa necesidad de recursos. ¿Cómo pueden lograr recaudar más en el corto plazo? La respuesta es: presionando a los que ya venían pagando.
Se ha dicho que se está dando demasiado poder a la Sunat con esta reforma. Una administración tributaria debe ser poderosa, debe cobrar y para eso requiere recursos, personas y sistemas. Lo que no debería ocurrir es que la entidad también legisle. Eso sí me parece peligroso. Creo en una administración tributaria fuerte, pero no en una que crea las reglas de juego; sería como juez y parte.
Lo que más asusta al empresario que se inicia es la cantidad de trámites y procedimientos que debe hacer para formalizarse. Mientras más simple sea el sistema, en la medida que pueda pagar un monto fijo como ocurre con el RUS y con eso liberarse de la carga tributaria, será mejor.
Además de un sistema tributario simple debe pensarse en algunos beneficios adicionales que tienen que ver con facilidades de financiamiento otorgado por el Estado, con capacitación, con alguna promoción, etc. Para evitar la evasión hay que invitar al contribuyente a que vea los beneficios de la formalidad y, por supuesto, de la mano con las campañas de fiscalización.
Hay que esperar que las cosas mejoren. Entiendo que la jefa de la Sunat, Tania Quispe, está mostrando señales de apertura con los distintos gremios, y esperamos que dé buenos frutos. A raíz de las nuevas normas se van a dar fiscalizaciones de la Sunat y procedimientos tributarios, por lo que estaremos inmersos en el tema tributario un par de años más, como mínimo.
¿Cree usted que es necesario hacer cambios a la reforma tributaria para incluir a más contribuyentes? ¿Qué pasos se necesitan para formalizar más?
Socio de PICÓN & ASOCIADOS, empresa dedicada a la asesoría tributaria. Abogado. Master en Tributación Internacional y Magíster en Finanzas. Ex Becario Fulbright. Ex Vocal del Tribunal Fiscal.