¿Cómo pueden las empresas peruanas fortalecer la gestión sostenible? En el presente artículo abordaremos el tema de la sostenibilidad en las organizaciones peruanas, bajo una amplia mirada. Para ello, consideraremos los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), en complemento con otros criterios relevantes. Para estos efectos, propondremos cinco estrategias macro que respondan a la pregunta inicial. Además, presentaremos ocho casos de éxito de empresas peruanas que fueron reconocidas por sus iniciativas y prácticas sostenibles, aplicadas a diferentes rubros y sectores. Seguidamente, se elaboran reflexiones finales, a modo de cierre.
En el contexto global actual, caracterizado por una creciente preocupación mundial sobre la polución y afectación ambiental, en línea con múltiples disparidades socioeconómicas y gatilladas por una pésima redistribución de riquezas, la sostenibilidad propone, de manera conceptual, una mirada estratégica integrada que trasciende la generación de rentabilidades y propone la idea de valor compartido. Queda claro que el Perú no es ajeno a esta realidad, por cuanto presenta carencias en muchos aspectos. Ello se debe a que la sostenibilidad no se limita a la simple conservación ambiental, como suele confundirse. Este paradigma de gestión abarca un espectro mucho más amplio, que incluye perspectivas como la responsabilidad social empresarial (RSE) y la gobernanza corporativa.
En este contexto local, las organizaciones que operan en el Perú deben adaptarse de manera continua a las tendencias de consumo, las regulaciones estrictas y las presiones societales de toda índole, así como a los diversos acontecimientos naturales y sociales. Por ende, la sostenibilidad deviene en una prioridad estratégica que busca asegurar la competitividad y legitimidad de las empresas. Entonces, ¿cómo pueden las empresas peruanas impulsar un desarrollo sostenible y efectivo que responda a las exigencias medioambientales y socioeconómicas del país? A continuación, proponemos cinco estrategias basadas en análisis recientes e información obtenida de varias fuentes con data relevante.
Gestión estratégica sostenible: La importancia de la capacitación en tecnología. Es inviable implementar tecnologías y abrazar la digitalización sin una capacitación previa. Es primordial que las empresas inviertan en capacitación constante y en herramientas pedagógico-instructivas relacionadas con el uso de tecnologías vinculadas con lineamientos de la triple línea de base (triple bottom line), desglosados en planeta, gente y rentabilidad. La capacitación es, además, parte del concepto de beneficios complementarios al sueldo que ofrecen las empresas. Precisamente, los programas de formación y talleres pueden equipar al capital humano de las empresas con las capacidades necesarias para llevar a cabo prácticas sostenibles de forma concreta y eficiente. Por ejemplo, estos programas podrían centrarse en el diseño de modelos estadísticos para la reducción energética y/o el uso de software para el seguimiento de medición de compuestos químicos en el agua, entre otros usos. Así, se potenciaría la competitividad de la empresa a través de un saber hacer (know-how) más refinado.
Transferencia de conocimiento: De las aulas a la operación. Las instituciones educativas son pilares en la promoción de la sostenibilidad. De hecho, las alianzas entre universidades y empresas pueden facilitar la transferencia de conocimientos y prácticas sostenibles. Por ejemplo, los proyectos de investigación conjuntos y los programas de prácticas profesionales pueden ayudar a las empresas a acceder a innovaciones y estrategias ambientales, sociales o de gestión desarrolladas en el ámbito académico, pero aplicadas en entornos reales. De igual forma, la integración de cursos, materiales, talleres y dinámicas, enfocados en estas materias, posibilita la capacitación del capital humano. Scientia et praxis.
Sustainable funding y/o green funding. El acceso a financiamiento es vital para que las empresas implementen prácticas sostenibles. Incluso fomenta la aparición de startups enfocadas en esta materia. Por ello, deben desarrollarse programas de financiamiento específicos que soporten iniciativas y/o proyectos con finalidad de triple impacto. Estos programas, por ejemplo, pueden ofrecer incentivos financieros como tasas de interés reducidas o créditos fiscales. Así, las empresas que cumplan con ciertos requisitos o que demuestren un compromiso genuino con la sostenibilidad tendrán acceso preferencial. Si bien ya existen fondos disponibles en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), multiplicar su disponibilidad es primordial.
Digitalización e integración tecnológica con foco ESG. De manera gradual, pero continua, las empresas peruanas deberán incorporar procesos eficientes mediante procesos de digitalización sistémica. Asimismo, urge incorporar tecnologías avanzadas que faciliten la ejecución de múltiples estrategias ambiental, social y de gobernanza (ASG). Por ejemplo, el uso de herramientas como el análisis de big data y las aplicaciones móviles para monitorear emisiones de carbono, ya exigidas en varias partes del mundo, puede mejorar de manera notable la capacidad de las empresas para monitorear, rastrear y cuantificar su huella ambiental. Al respecto, un estudio de KPMG reveló que el 76 % de las empresas en el Perú ya planean invertir en tecnología y estrategias ESG, lo que evidencia la creciente importancia de esta integración, que pasó de tendencia a realidad.
Compras sostenibles (sustainable purchasing). Las políticas de compras privadas y públicas pueden ser una herramienta poderosa para promover la sostenibilidad con impacto inmediato en la generación de eficiencias operacionales y en el plano medioambiental. En otras palabras, al dar preferencia a las empresas que adoptan prácticas sostenibles, instituciones del Gobierno u organizaciones privadas pueden incentivar a que más organizaciones decidan seguir este camino. Estas políticas pueden incluir criterios como el uso eficiente de recursos, la reducción de emisiones y el compromiso social en los procesos de licitación para fomentar cadenas de suministro y formalización, así como políticas transparentes en relación con contrataciones públicas.
La implementación de estas estrategias demanda un trabajo coordinado, así como el compromiso de múltiples stakeholders, incluidos el sector privado, el Gobierno y las instituciones educativas como detallamos anteriormente. Al asumir esta visión holística hacia la sostenibilidad, las organizaciones peruanas estarán contribuyendo a un mejor futuro para el país, a la par que fortalecerán su posición en un mercado global cada vez más consciente del impacto socioambiental de las intervenciones y actividades empresariales. Cabe destacar que estas estrategias abordan los desafíos actuales y, así, generan oportunidades para innovar y liderar en el ámbito de la sostenibilidad, según corresponda en términos de mercado y territorio. Por ello, a continuación, procederemos a presentar una lista de casos de éxito en materia sostenible integral de múltiples rubros.
El siguiente análisis se basa en ejemplos de casos de éxito de empresas peruanas, obtenidos de una combinación de menciones desarrolladas tanto por IPAE como por Perú Sostenible. Por ejemplo, esta última entidad resalta a organizaciones, seleccionadas entre 58 empresas reconocidas en el 2022. En este caso, así como en el caso de IPAE, las empresas detalladas líneas abajo destacan por su compromiso material con la sostenibilidad, expresado en la adopción de prácticas innovadoras y eficientes en diversos contextos ambientales, sociales y de gobernanza. Detallamos la lista y sus características:
Enel Distribución Perú (sector energético). Ha sido reconocida por su ética corporativa, según la ponderación aplicada a su gestión. En concreto, su modelo de prevención de riesgos penales abarca todas las actividades de la empresa, desde la gestión de directores y empleados hasta la interacción con proveedores y comunidades. Este enfoque integral busca asegurar que todas las operaciones se realicen dentro de un marco ético y legal para reforzar la confianza y transparencia en el sector energético.
Movistar (telecomunicaciones). Ha sido incluida por mostrar un compromiso excepcional con el medioambiente, de acuerdo con el presente ranking. Por ejemplo, la compañía española manifestó haber reducido su huella de carbono en un 95 % desde el 2015, ya que la energía que emplea en sus operaciones es 100 % renovable. Por otro lado, indica que promueve soluciones digitales para ayudar a sus clientes empresariales a reducir sus emisiones. A su vez, la gestión de residuos le permite fomentar la economía circular y beneficiar a colaboradores y a clientes.
Corporación Aceros Arequipa (industria metalúrgica). Esta empresa nacional emerge como referente seleccionado en el sector metalúrgico por su enfoque en la cadena de valor sostenible. Implementó un innovador programa de factoring que facilita a sus proveedores el acceso a financiamiento a corto plazo. Esta iniciativa mejoró de manera notable la eficiencia de la cadena de suministro, y robusteció las capacidades financieras de los pequeños y medianos proveedores. Dicho de otra forma, es un efecto cascada de cadenas de suministros encaminadas hacia la formalidad y mayor profesionalismo.
ID Bioforest Perú (biotecnología). Trabaja en el aprovechamiento sostenible de hongos silvestres comestibles en los Andes peruanos. Para ello, colabora de manera estrecha con comunidades indígenas locales. Su enfoque en la recolección, el secado y la comercialización de estos hongos, bajo supervisión y asesoramiento constantes, contribuye al desarrollo económico local y a la conservación de la biodiversidad. Se potencia, así, la sapiencia local con acceso a mercados de valor agregado.
Sinba (gestión circular). Con su visión de un mundo sin basura, Sinba propone un modelo de gestión de residuos que recupera el valor del 100 % de los desechos orgánicos y los convierte, por ejemplo, en alimento para animales y/o fertilizantes. De forma similar, se enfoca en recuperar materiales inorgánicos reciclables para evitar su fatal destino descartable y contaminante. Con ello, su visión de gestión reduce la contaminación y promueve alternativas para economías locales mediante la creación de empleos con impacto social positivo. En efecto, existe una firme colaboración entre recicladores formales vía este modelo socialmente inclusivo, según detalla la empresa.
Innova Funding (sector finanzas). Esta fintech ofrece soluciones innovadoras para la facturación de micro, pequeñas y medianas empresas, lo que facilita su acceso a la liquidez. Su modelo de negocio se centra en la inclusión financiera, pues permite a estas empresas convertir sus facturas comerciales en títulos valor para facilitar su financiación mediante un pool de inversionistas captado en línea con tasas de interés competitivas.
Pinturas Ecocolor (sector manufactura). Es el líder actual en la fabricación de pinturas ecológicas, es decir, con bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles. Asimismo, sus productos arquitectónicos e industriales están exentos de solventes o diluyentes con base en petróleo. En consecuencia, estas características contribuyen a la reducción del impacto ambiental y, más importante aún, a la salud de los usuarios. Con esta perspectiva, Ecolor desea marcar una diferencia significativa en la industria de la manufactura.
Pacífico Seguros (sector asegurador). Implementó el programa Comunidad Segura, centrado en la prevención de riesgos en poblaciones vulnerables. Esta iniciativa aprovecha la experiencia de la empresa en gestión de riesgos para construir una cultura de prevención en el Perú. Así, aporta una mayor capacidad de respuesta frente a desastres naturales como sismos e inundaciones. Al respecto, su campaña de comunicación ha alcanzado a más de ocho millones de oyentes, a quienes ha sensibilizado respecto a la importancia de la prevención.
Estos ejemplos de empresas que cumplen con estándares internacionales de sostenibilidad demuestran cómo la incorporación de prácticas sostenibles puede resultar en innovación, eficiencia y liderazgo en el mercado. Ello, en paralelo con las cinco recomendaciones previamente presentadas, representan un espectro diverso de la economía peruana, pues son ejemplos palpables de cómo la sostenibilidad puede ser una fuerza motriz conceptual y estratégica para el desarrollo empresarial, social y ambiental en Perú.
Ph.D. en Organization and Management por la University of New South Wales (UNSW), Australia (becario UNSW). Master in International Development (Sustainability Major) por la University of Pittsburgh, EEUU (becario Fulbright). Posee más de 20 años de experiencia laboral. Fue Jefe de Desarrollo Sostenible en Alicorp donde se enfocó en temas medioambientales como la gestión del agua y energía, abastecimiento sostenible y optimización del tratamiento de residuos sólidos y reciclaje. También, ha sido Jefe de Operaciones para Sodexo Perú y Sodexo Argentina, destacando entre sus labores la gestión logística en sitios remotos y el desarrollo de cadenas productivas sostenibles. Adicionalmente, se desempeñó como consultor senior para el Mincetur como parte del plan de mejoras de gestión operativa de empresas turísticas de Arequipa y Lambayeque. Ha sido docente en programas de pregrado, posgrado y educación ejecutiva en USIL, UPC, ESAN y UNSW.
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