Fue muy significativo que la entrevista comenzara hablando de mi tío Víctor Raúl Haya de la Torre, que para mí es un tema mucho más sentimental que político o ideológico porque tuve una relación muy estrecha con él. Víctor Raúl tuvo mucha influencia en mi sensibilidad política, social y económica.
A los seres humanos nos marcan las personas que conocemos. Si la pasamos con delincuentes tal vez terminemos como delincuentes; si la pasamos con gente trascendente como Haya de la Torre lógicamente habrá un impacto. No puedo negar que me emociona hasta el día de hoy hablar sobre él.
Entre los comentarios que más me han impactado hay uno según el cual la entrevista permitió que se conozca mi lado humano. Beto Ortiz llegó a decirlo al final de la conversación. Esto me lleva a una reflexión en el sentido que muchas veces la gente se deja llevar por estereotipos y prejuicios. Pero, por otro lado, debo hacer un mea culpa en el sentido de que tal vez no he llegado con un mensaje más humano a la gente.
En general, me parece que los empresarios tenemos la obligación de comunicar quiénes somos y qué pensamos, hacer que la gente sepa que no somos marcianos y comunicar las cosas que hacemos. Hay un famoso dicho: "Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras". Y lamentablemente muchos empresarios han optado por el silencio.
A mí no me disgusta conversar con los periodistas. Creo que hay una responsabilidad social de comunicar y la frase de Aristóteles que mencioné en la entrevista con Beto es precisa en ese sentido: "El hombre es un animal político". La verdad es que todos hacemos política: política empresarial, política educativa, política social, política partidaria, pero todos hacemos política y yo no soy una excepción.
Cuando los empresarios no opinan públicamente dejan libre un espacio que otros ocupan. El problema con la democracia, especialmente en América Latina y en el Perú, es que la falta de interés por participar en la vida política de quienes están más capacitados para hacerlo hace que la mediocridad ingrese. Si quienes están más educados y mejor preparados no participan, entonces dejan otros espacios.
Tengo un amigo, un empresario que no viene al caso decir su nombre, que me dice: "tú eres más político, tú encárgate de esas cosas". Entonces siempre le repito la mencionada frase de Aristóteles. Creo que la política es participar en el desarrollo de la sociedad y dar opinión, lo cual a su vez genera opinión y si uno siempre se queda callado serán otros los que den opiniones.
Parte de la responsabilidad social es participar en política, en dar opinión. Política no es necesariamente política partidaria. Creo que hay una obligación y una responsabilidad en ese sentido.
Finalmente, quisiera decir que estoy muy honrado de que me hayan invitado a hablar en la inauguración del año académico de pregrado de la Universidad ESAN, en marzo próximo. Me han pedido que hable y lo haré con mucho gusto.
¿Coincide usted con Roque Benavides en el sentido que los empresarios debieran tener una mayor participación en la vida política del país?