El Observatorio "Ponte en Carrera" del Ministerio de Educación es un importante aporte a la elección de los estudios superiores, pues brinda cifras sobre la empleabilidad que tienen las carreras técnicas o universitarias en nuestro país.
Esta plataforma contiene información obtenida de la planilla electrónica, la cual censa a trabajadores del sector privado que laboran a tiempo completo y que tienen entre 18 y 29 años de edad. Veamos algunas cifras sumamente reveladoras.
Los profesionales perciben en promedio entre S/ 1,900 y S/ 2,759 mensuales entre el primero y el quinto año de haber ingresado al mercado laboral, mientras que los técnicos perciben en promedio entre S/ 1,348 y S/ 1,559 en ese mismo lapso. Los profesionales recién egresados mejor pagados son los geólogos que, entre 2010 y 2014, percibieron en promedio S/ 3,409 mensuales, y los peor pagados son los educadores del nivel inicial con S/ 1,283. Los técnicos recién egresados mejor pagados son los técnicos en arquitectura y urbanismo que, en el mismo lapso, percibieron en promedio S/ 2,388 mensuales, y los peor pagados son los técnicos en enfermería con S/ 1,014.
Esto demostraría que es mejor estudiar una carrera universitaria que una técnica, pero eso es inexacto pues depende de la carrera elegida y cuánto se haya aprovechado la misma.
Tres datos lo revelan:
i) Dos de cada tres empresas tienen problemas para encontrar el personal que requieren; ii) el 50% de los empleados con educación superior trabaja en una ocupación que no corresponde del todo con lo estudiado; y iii) los profesionales o técnicos mejor pagados pueden llegar a ganar más de 10 veces lo que ganan los peor pagados.
Entonces, es claro:
¿Qué hacer ante tal panorama? Seguir promoviendo fuentes de información como "Ponte en Carrera", para que los egresados de secundaria sepan qué esperar si estudian tal o cual carrera en tal o cual institución educativa. Una buena elección elevaría en 17% o S/ 614 el sueldo mensual promedio de una persona al ingresar al mercado laboral, según la Universidad del Pacífico.
No conviene intervenir el sector educativo asignando "cuotas" de alumnos o egresados en determinadas carreras en función a las necesidades del mercado laboral, como ocurre en algunos países. Esa medida suele ser arbitraria y, por ende, siempre discutida. La oferta y demanda deben flotar libremente en el mercado laboral, y el prestigio de los centros educativos y las carreras serán el mejor driver para la toma de decisión académica, en la que está en juego gran parte del éxito o fracaso laboral.
Pero, claro está, mientras no crezca el PBI por lo menos a 5% anual, no se generarán puestos de trabajo suficientes para ocupar a los jóvenes que ingresan anualmente al mercado laboral (250,000).
¿Por qué los egresados de secundaria siguen estudiando carreras saturadas si el mercado demanda nuevas profesiones u oficios?
El gran problema que tenemos en el sector empresarial es todavía la rigidez extrema en la legislación laboral. Según el Banco Mundial, somos el quinto país, comenzando de atrás hacia adelante, en términos de eficiencia en el manejo de la estabilidad laboral.