Cuando hablamos de la agroexportación, solemos formularnos miles de preguntas. No obstante, siempre es importante responder a las siguientes:

• ¿A qué mercados queremos ir?

• ¿Qué productos y qué presentaciones son ideales en los mercados internacionales?

• ¿Cuánto debo producir?

• ¿Qué requisitos deberán cumplir mis productos para su acceso a los mercados?

• ¿Qué certificaciones me darán una ventaja competitiva?

• ¿Cuál es el precio y a qué precio debo presentar mi oferta?

La inteligencia comercial es clave para responder estas preguntas, ya que nos mantiene al tanto de los mercados internacionales, el tipo de oferta con que contamos y debemos desarrollar, los requisitos de acceso y todos los elementos que nos permitirán tomar decisiones logísticas y comerciales.

Enfoque logístico y comercial

Desde el punto de vista logístico, siempre es importante conocer qué requisitos debe cumplir un producto para que no solo sea despachado al mercado extranjero, sino incluso nacionalizarlo en los países de destino. Si se identifican estos requerimientos, se habrá avanzado en cuanto a procesos relacionados con las aduanas de origen y destino.

Desde el punto de vista comercial, la inteligencia comercial es el elemento más importante para generar acciones comerciales hacia los mercados internacionales. Sus beneficios no solo facilitan la venta a compradores individuales, que serán el primer objetivo en la comercialización internacional, sino también a intermediarios que realicen estas compras de manera directa y sostenida. Ello, sin dejar de lado que, en su momento, se podrá virar hacia modelos de comercialización más avanzados.

Marketing y valor agregado

La inteligencia comercial permite adquirir una mejor noción sobre el marketing internacional, es decir, a quién vender, cómo vender, cuándo vender y por qué vender. También nos enseña a obtener ventaja de los acuerdos comerciales internacionales, los requisitos de acceso, los certificados de origen y los contratos. Potencia el emprendimiento en los agronegocios, a través del desarrollo de nueva oferta y el tipo de escalamiento requerido.

En el caso de la ciencia alimentaria y tecnológica, la inteligencia comercial permite entender cómo adaptar, mejorar y potenciar el producto en su forma fresca, sino también sus ingredientes activos, ya que generan mayor valor y permiten acceder a mercados especializados, como el cosmético y farmacéutico. También aporta a las estrategias del negocio alimentario, al permitirnos saber dónde estamos y a dónde queremos llevar las capacidades empresariales de nuestro negocio.

Recursos y metodologías

Es importante precisar que la inteligencia comercial para la agroexportación no solo se vale de herramientas como portales web, servicios de información pública y privada, o documentación técnica. También emplea metodologías que permitirán al negocio construir en el futuro su propia área de inteligencia comercial o, si así lo deseara el empresario, brindar por sí mismo servicios de consultoría en este campo.

La inteligencia comercial abre la puerta de los emprendedores hacia la comercialización internacional mediante e-commerce. Por ejemplo, vender los productos a través de plataformas como Amazon y Etsy, gracias a los conocimientos del canal digital. También se conocen las oportunidades comerciales de hoy y las que se abrirán mañana, así como otros aspectos que permitan establecer lineamientos para estrategias de internacionalización. En resumen, ayuda a conocer los parámetros de visualización de datos y analítica de negocios que se necesitan para tomar decisiones efectivas en el mundo de los agronegocios. ¿Ya aplicas la inteligencia comercial en tu negocio? Cuéntanos tu experiencia.

Conoce más sobre el mundo de la agroexportación participando en los programas del sector Agronegocios de ESAN.