Ahora, nos parece impensable estar 48 horas a merced de lo que la capacidad de nuestro tanque de agua nos pueda ofrecer.
Con frecuencia nos olvidamos que las 12 cuencas entre las que se ubica la mayor población del país se encuentran en situación de escasez hídrica, incluida la cuenca del Río Rímac. Otras cuencas se hallan en condición de estrés hídrico pero su situación podría evolucionar en los años siguientes hacia la escasez de agua.
El principal factor de escasez hídrica en las cuencas de la costa desde el río Santa hacia el sur es el retiro de los glaciares en el Perú. Se estima que casi un tercio de la superficie glaciar se encuentra en la Cordillera Blanca, que se ha reducido desde la década de 1970 hasta ahora de unos 700 Km2 a 525Km2. No es difícil adivinar que esta es una consecuencia directa del fenómeno conocido como Cambio Climático.
Tanto por razones vinculadas al comportamiento de los ríos en la vertiente del Pacífico como por el crecimiento poblacional, se ha estimado que la disponibilidad de agua por año variará de 1.906 metros cúbicos per cápita por año en 2007 a 1.241 metros cúbicos per cápita por año en 2050.
Sabemos que el Perú se propone honrar su compromiso con el Objetivo de Desarrollo del Milenio: "Reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua y saneamiento". Por ello las autoridades sectoriales ya han tomado en cuenta esta situación así como el costo del logro de esta meta, el cual se estima en US$ 4.042 millones. Cabe destacar que dos tercios de esta inversión no cuentan con fuente definida de financiamiento.
Menudo problema el que afrontará la nueva administración que rija los destinos del país entre 2011 y 2016, extendiéndose este desafío a la administración de Sedapal, de lejos la más grande empresa prestadora de servicios de agua y saneamiento del país.
Por lo pronto hasta ahora Sedapal tiene entre sus planes al 2014, incrementar los servicios de agua potable y alcantarillado en más de 250.000 conexiones, vale decir un aumento de la cobertura en 25%, a pesar de las actuales limitaciones en la oferta del recurso y de acceso al financiamiento.
Estos planes pasan por la culminación de las obras de la nueva Planta de Tratamiento de Agua Potable de Huachipa y Ramal Norte y del Trasvase de la Laguna Huascacocha, que permitirá conseguir mayor capacidad de regulación de agua en épocas de sequía, como la actual, para aumentar caudales a las plantas de Huachipa y la Atarjea.
Ojalá que este momentáneo sobresalto con el que inicié esta nota sea solo fruto de obras de mantenimiento y no el campanazo de alerta de una acentuación de la situación de escasez hídrica en la que ya estamos viviendo... sin darnos cuenta.