La pandemia de la COVID-19 presionó al sector logístico en el Perú a impulsar más la digitalización de sus procesos, para que las empresas continuaran operando de manera remota. A dos años desde que se detectó el primer caso en el mundo, si bien se han superado algunos obstáculos, todavía quedan muchos desafíos pendientes para los operadores logísticos como para el mismo Estado peruano, en materia de digitalización de procesos logísticos.
La pandemia enseñó a los profesionales del sector logístico a trabajar de forma digital y mantener el intercambio de información a través de dispositivos móviles, computadoras u otros dispositivos. Sin embargo, aún somos muy dependientes de cualquier cambio en el resto del mundo, como los rebrotes de la COVID-19 registrados en Europa y que, posiblemente, vuelvan a cerrar las puertas de algunos puertos. ¿Cómo hacer frente a esta situación?
La crisis de los contenedores impactó en el transporte marítimo a nivel internacional. Durante la campaña navideña del año pasado, muchos importadores no lograron que los productos en oferta llegaran a tiempo al país, sino casi un mes después, y la situación para este año será similar. A su vez, las empresas peruanas que importan materias primas o insumos ahora pagan más por flete, lo que se refleja en aumentos de 10 % a 20 % en el precio de los productos finales.
Es importante que los profesionales propongan acciones innovadoras para que el sector logístico deje atrás la metodología de trabajo que mantiene desde hace muchos años y se modernice.
A raíz de esta crisis, muchos importadores empezaron a considerar el uso del transporte aéreo, lo que provocó una saturación de los espacios disponibles y la consecuente falta de disponibilidad. Debido a que aún faltan contenedores para cubrir toda la demanda existente, los operadores intentan lograr un equilibrio entre la carga que se enviará por mar y por aire, con las restricciones correspondientes para cada caso.
A fin de mitigar los efectos de la crisis logística global en el Perú, ADEX, Mincetur, Asmarpe y APN trabajan en una serie de acciones a favor de la competitividad del sector. Todas las iniciativas de estos organismos en conjunto serán beneficiosas en la medida en que agilicen las operaciones, reduzcan los costos, los tiempos y los procesos de los operadores logísticos, pero el mayor impacto en el sector dependerá de factores externos como la disponibilidad de contenedores para el transporte marítimo o la inflación en el mundo.
Por lo pronto, es importante que las entidades públicas trabajen en aquellos aspectos bajo su control, como la digitalización del sector logístico y la vinculación entre el comercio interior y exterior. Asimismo, todavía se observa una enorme falta de infraestructura, por ejemplo, en carreteras exclusivas para el transporte de carga y los espacios adecuados para las operaciones de los operadores del comercio internacional.
En los próximos años, iniciativas como el nuevo puerto multipropósito de Chancay serán importantes para establecer hubs que faciliten el intercambio comercial con países de Europa y Asia. Sin embargo, este componente solo constituye una pequeña parte del gran cambio que debe atravesar el sector. Es importante que los profesionales propongan acciones innovadoras que les permitan dejar atrás la metodología de trabajo que mantienen desde hace muchos años para modernizarse. ¿Qué otros cambios hacen falta? Déjanos tu opinión.
Es importante que los profesionales propongan acciones innovadoras para que el sector logístico deje atrás la metodología de trabajo que mantiene desde hace muchos años y se modernice.
Actualmente trabaja en Repsol Exploración Perú Sucursal del Perú. Laboró en empresas como Ricoh Infoprint Solutions, BSH Electrodomesticos, entre otros. Magíster en Supply Chain Management por ESAN. Especialista en cadena de abastecimiento, optimización de costos logísticos nacionales y de la distribución física internacional y operadores logísticos de empresas.
El cabotaje marítimo es 25 % más barato que el transporte terrestre, ya que permite mover una mayor carga por cada envío. En ese sentido, el Banco Mundial ha propuesto establecer una agenda de competitividad que incluyen liberalizar el cabotaje marítimo.
La necesidad de transportar mercancías de manera eficiente y a bajo costo es una responsabilidad grande. Debido a su importancia, el gobierno desarrolló iniciativas interesantes de infraestructura vial. Sin embargo, el objetivo de generar mayor movimiento de carga y conectar el país con mercados internacionales puede resultar complejo. El cabotaje marítimo aparece entonces como una alternativa interesante.