A este panorama global se agrega el boom de la gastronomía peruana, que genera el aumento de la demanda por nuestros productos como el limón, el rocoto, la cebolla, etc., que súbitamente duplican sus precios en nuestras compras diarias.
El gobierno anuncia rebaja de aranceles, pero no es una solución. La mayoría de los productos tienen arancel 0 y máximo 6%, el efecto será mínimo. Ya ha ocurrido anteriormente cuando se ha reducido el impuesto selectivo a los combustibles, el IGV y otras medidas similares, que los precios no han bajado, beneficiándose los comerciantes e intermediarios con este tipo de medidas.
El tema es que el peruano de hoy tiene mayor capacidad de gasto, acceso al crédito y puede pagar más por los productos. Eso les permite a los comerciantes especular y alzar los precios progresivamente, sin una justificación de mayores costos de producción y sin que estos precios beneficien a nuestros agricultores. Esto afectará a todos los peruanos: generará inflación y demandas de incrementos salariales en producción y servicios, y por ende mayores costos en todos los sectores de la economía.
Si se sigue fortaleciendo el poder de los sindicatos, la negociación por rama, y permitiendo protestas y posiciones radicales como en Cajamarca, puede generarse una espiral de huelgas, violencia por reclamos salariales, inflación y pérdida de la competitividad del país en los próximos años. Sin embargo, también es una gran oportunidad para el Perú ya que cuenta con una variedad de microclimas y suelos generosos.
La mayor demanda de alimentos beneficiará a la agroexportación, y en la oferta local se incrementará el valor de las tierras agrícolas, las inversiones en productividad y riego. Asimismo, se podría aumentar los ingresos de los agricultores, redistribuyendo la riqueza si los peruanos y el gobierno actuamos con inteligencia y bien informados.
¿Sabían ustedes que hay una sobreproducción de arroz, que en Piura se ha cosechado 4 veces más arroz que el año pasado y que los agricultores están rematando su producción y tratando de exportarla? Seguro que no, porque ahora las cadenas de supermercados han tomado un rol preponderante en la formación de precios y en ellos no han bajado los precios del arroz.
En la producción agrícola los precios en los supermercados son el doble o triple respecto a los mercados mayoristas de Lima, (salvo algunos productos que cuestan más), compruébelo usted en Internet, en el sitio web del Ministerio de Agricultura. Es más, en la misma cadena de supermercados, en el mismo día, un kilo de limones cuesta S/. 4.5 en La Molina y S/. 3 en Ate (50% adicional).
¿Se han dado cuenta que en los supermercados, hoy un kilo de queso cuesta más que un kilo de jamón, que un kilo de carne molida, que tres kilos de huevos? ¿Qué un ganadero recibe la tercera parte del precio que usted paga por un litro de leche fresca? ¿Qué el azúcar ha duplicado su precio en tres años? En productos agroindustriales se han formado oligopolios, es decir, se ha concentrado la producción en pocas empresas que han incrementado sus utilidades significativamente, sin beneficiar a los agricultores o ganaderos.
Nosotros somos la demanda, y actuando unidos como compradores inteligentes podemos influir en la formación de los precios: comprando los productos de estación, no comprando los productos sobrevalorados por la especulación de comerciantes, oligopolios e intermediarios. Adquiriendo los productos en oferta, averiguando los precios y comprando semanalmente en una cadena diferente de supermercados para generar una competencia entre ellas (y no visitar rutinariamente la misma tienda todo el tiempo).
No comprando ciegamente la marca a la que estamos acostumbrados, sino leer la etiqueta y tomar la mejor decisión de calidad y precio disponible. También es posible crear páginas en Internet (por ejemplo Consumidor Informado) que permitan compartir información sobre los precios y oportunidades que se presentan.
¿Qué podemos hacer o qué puede hacer el gobierno para evitar que la crisis alimentaria genere inflación y violencia en el Perú, y se convierta en una oportunidad para generar riqueza en el campo peruano?
Gerente general, Presidente de Directorio, accionista y Director de Transportes Enrique Cárcamo (1991-2009). Magíster en Administración – ESAN (primer puesto TC 1999). Ingeniero Civil PUCP (1992). Diploma en Gestión y Dirección de empresas PUCP. Consultor, asesor y director de empresas familiares y de emprendedores (2000-2023). Certificación Auditor Líder ISO 9000- Aseguramiento de la Calidad. Consultor y gestor de proyectos de consultoría Universidad ESAN. Profesor de postgrado de ESAN (2005- 2023). Curso de especialización sobre Financiamiento de Proyectos - Banco Mundial (Washington D.C) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Publicación de libros en editorial ESAN y artículos en diferentes revistas y medios. Asesor de tesis de postgrado. Conferencista Universidad EAFIT-Colombia.
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