La inteligencia artificial y la automatización del trabajo están cada vez más presentes en las organizaciones. Estos cambios han impactado sin duda en la convivencia organizacional. Si bien se trata de un proceso nuevo y complejo cuyos efectos aún no se conocen a ciencia cierta, sí se sabe que la preparación para el cambio es fundamental.
La discusión alrededor de los efectos de la automatización del trabajo ha estado anclada en su mayoría en el impacto en el empleo. Para ser más precisos en el desempleo o en las plazas que se perderían al sustituir a las personas por máquinas.
El impacto producido por la automatización suele ser visto como negativo. Al revisar la historia económica es posible apreciar que en las anteriores revoluciones industriales hubo una preocupación similar por la sustitución de los hombres por máquinas. Sin embargo también hubo oportunidades pues surgieron nuevas necesidades en el trabajo, nuevas competencias, nuevos puestos, etc.
En la actualidad los efectos van más lejos. Se proyecta, en función del conocimiento existente hasta el momento, que se verían afectados algunos aspectos como las actitudes, las reacciones afectivas en el trabajo, la cultura organizacional, la distribución de poder. Se afectarían además las prácticas como el reclutamiento, el entrenamiento, las promociones y todas aquellas orientadas a lograr satisfacción en el trabajo, el compromiso, el involucramiento (engagement), entre otras.
Es importante considerar que el diseño del trabajo debe ser replanteado, así como los modelos de vinculación de los empleados. Y es que la inteligencia artificial y la automatización incluyen incluso temáticas como el diseño de políticas públicas, sobre todo en lo económico y laboral. Los aspectos éticos que se discuten alrededor de los nuevos desarrollos tecnológicos que no pueden ser ajenos a la empresa también se ven afectados.
Respecto a la motivación del personal, en especial en los millennials, es probable que el uso de la tecnología no sea por si mismo lo que marque la diferencia para que permanezcan en la empresa. Es la flexibilidad que ofrece la tecnología para trabajar, como también que se permita su uso en el trabajo, lo que más motive a los empleados más jóvenes.
Los cambios son cada vez más acelerados y permanentes debido a los actuales acontecimientos tecnológicos, es muy importante que todos estén dispuestos a gestionar el cambio.
Aún hay organizaciones que no se adaptan y restringen el uso de la "tecnología personal" como el acceso a redes sociales, cuando la frontera entre lo personal y lo organizacional es hoy más difusa que nunca. Todavía muchos creen que estas tecnologías, sobre todo las redes sociales, son un distractor que no permite trabajar adecuadamente. Es probable que algunos se distraigan y que haya abuso de esta disponibilidad, pero si es bien usada se le puede sacar mucho provecho.
Por ejemplo, las organizaciones pueden aprovechar que sus colaboradores accedan a las redes sociales en el trabajo para promover los logros de la empresa, difundir su identidad y atraer talento. Y es que si desde fuera se ve que los trabajadores se expresan de manera favorable de la organización por medio de sus redes, la gente se identificará con la organización y querrá trabajar en ella.
Al volver al tema de la preocupación por el desplazamiento de las personas por las máquinas y el avance tecnológico surge una pregunta, ¿cómo es que recursos humanos puede ayudar a que los colaboradores se adapten a las nuevas tecnologías y no vean en ellas una amenaza para su estabilidad laboral? El entrenamiento siempre ha sido una opción. Sin embargo, aun sin despidos, habría que reentrenar al personal para una transición en caso de que el uso de la inteligencia artificial y los robots se generalizara.
La preparación para el cambio resulta fundamental en cualquier caso. Tanto si la organización se transforma y es necesario adaptarse a nuevos puestos y cargos o si se rediseña el trabajo como producto de la automatización. Así también si la persona se queda sin empleo y debe optar por otro, motivo por el cual debe entrenarse de manera independiente.
En vista de que los cambios son cada vez más acelerados y permanentes debido a los actuales acontecimientos tecnológicos, es muy importante que todos estén dispuestos a gestionar el cambio. El objetivo es que las personas se afecten lo menos posible con estos cambios.
Recuerde que si se está preparado para cualquier impacto en la vida laboral, estos se pueden manejar mejor e incluso es posible identificar en ellos oportunidades. No veamos todo negativamente.
¿Están en su organización preparados o preparándose para el cambio? ¿Está usted preparado? Cuéntenos sus experiencias.
Los cambios son cada vez más acelerados y permanentes debido a los actuales acontecimientos tecnológicos, es muy importante que todos estén dispuestos a gestionar el cambio.
Ph. D. con concentración en el Comportamiento Organizacional por Tulane University Master en Administración de Empresas por la ESPAE ESPOL. Ingeniería Mecánica por la ESPOL-Guayaquil, Ecuador. Es team leader del Global entrepreneurship Monitor.
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