Los planes pueden diseñarse para cumplir metas a corto, mediano o largo plazos, según los objetivos de la organización. Para su elaboración, es clave la capacidad de gestión y proyección del gerente, así como el impulso de la confianza entre los colaboradores.
Hace cinco años, los planes estratégicos de las empresas eran unidimensionales y se desarrollaban en base al ámbito interno. Hoy, ante un entorno cambiante, estos planes deben ser más flexibles y diseñarse en base a un panorama más amplio, es decir, considerar el análisis interno y externo de la compañía.
Los gerentes también son más conscientes de que al interior del negocio no existe una sola área, sino un conjunto de ellas que requiere de planes operativos. La forma más fácil de alcanzar los objetivos es con un equipo enfocado y comprometido con el cumplimiento. Por ello, la elaboración del plan estratégico no solo es cuestión de los altos mandos, sino también implica la integración de los colaboradores.
Todo plan estratégico que busca ser exitoso debe tener clara la secuencia a seguir y los plazos de cumplimiento y revisión, para evitar gastar más recursos de los necesarios. Sus indicadores deben ser cuantitativos y permitir que cada paso se exprese en cifras a fin de entender el avance del plan. A su vez, es importante que cada integrante de la organización conozca su función en este proceso.
Los trabajadores que mantienen confianza con sus líderes suelen aumentar el rendimiento en sus labores, se esfuerzan más de la cuenta y aportan ideas más creativas.
Un plan diseñado para una empresa no puede aplicarse en otra con diferentes características o de distinto sector. El plan general, que suele durar diez años, establece las bases fundamentales y los objetivos generales de la organización. Sin embargo, también pueden trabajarse planes tácticos de un año, con acciones más concretas para cumplir los objetivos generales, u operativos, de un día y para objetivos de corto plazo.
La implementación y el uso adecuado del plan dependerán del tamaño de la empresa. Las medianas y grandes tienen recursos económicos y humanos suficientes para llevar adelante este proceso con más facilidad que las micro y pequeñas empresas (mypes). Sin embargo, solo el 2 % de las empresas peruanas se ubican en el primer grupo, mientras que el 98 % restante pertenecen al segundo.
A pesar de que cada empresa es distinta, la gerencia se encarga de elaborar el plan estratégico en muchas de ellas. El rol del gerente consiste en administrar el modelo de la estrategia, definir la configuración de la empresa y coordinar los mecanismos correspondientes para generar valor en los colaboradores. Asimismo, debe ser capaz de ver a futuro, comprender las tendencias y anticiparse a los cambios del mercado.
La confianza es una de las habilidades blandas más importantes, pero difíciles de cuantificar. Los trabajadores en confianza con sus líderes suelen aumentar el rendimiento en sus labores, se esfuerzan más de la cuenta y aportan ideas más creativas. Este aspecto es aún más importante de impulsar en el Perú, donde solo 15 de cada 100 personas confían en los demás.
Es necesario que exista un ambiente ideal, donde todos los colaboradores se apoyen entre sí y estén orientados a lograr los objetivos planteados por la gerencia. Sus funciones pueden variar, según el área en que se encuentren, pero con la motivación y confianza adecuadas podrán realizar toda labor de manera eficiente, ya sea parte del personal que genera el margen operativo o el de apoyo.
El plan estratégico siempre debe responder quiénes somos como organización, dónde estamos y a dónde queremos ir. Por ello, el reto de las empresas peruanas para una mayor viabilidad consiste en diseñar sus planes estratégicos con herramientas que les permitan comprender su pasado, presente y futuro. ¿Cómo se trabaja el plan estratégico en tu organización? Cuéntanos tu experiencia.
Los trabajadores que mantienen confianza con sus líderes suelen aumentar el rendimiento en sus labores, se esfuerzan más de la cuenta y aportan ideas más creativas.
Doctora en Ciencias Económicas (Ph.D. in Economics) - WHU - Otto Beisheim Graduate School of Management, Koblenz, Alemania. Magíster en Administración - ESAN, Lima, Perú. Ingeniera Industrial - Universidad de Lima, Lima, Perú. Profesora de Liderazgo y Comportamiento Organizacional (MBA y Maestrías Funcionales). Profesora de Gerencia Estratégica (MBA y Maestrías Funcionales). Miembro del Área Académica de Administración. Actualmente es decana de ESAN Graduate School of Business.
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Si una empresa desea tener éxito, debe desarrollar un comportamiento organizacional que le permita lograr un buen funcionamiento en todos los niveles de su escala jerárquica. ¿Por dónde empezar este proceso?
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