Es necesario aumentar el presupuesto para el agro, a fin de que pueda adquirirse más urea y se cubra una mayor extensión de los cultivos en el país. Al mismo tiempo, urge brindar apoyo económico a las familias vulnerables ante la inflación.
El 19 de mayo, el Gobierno transfirió S/.348 millones al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) para la adquisición de urea que beneficie a los agricultores peruanos y mitigue los efectos inflacionarios de la crisis mundial. A pesar de las buenas intenciones, cabe cuestionarse si este proceso de compra será la acción más acertada del Estado y cuánto impacto real tendrá en la recuperación del sector.
En el Estado parece que aún no se tienen claros los problemas reales de la población ni el panorama internacional. La crisis alimentaria es un problema presente desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, la cual condujo a la famosa crisis de los contenedores y el aumento del precio del petróleo. Con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, también se registró un aumento en el costo de los fertilizantes. Esta situación impacta sobremanera en el Perú, porque importa la totalidad de sus fertilizantes.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) hoy discute un nuevo problema: el cierre eventual de los mercados internacionales. Por ejemplo, la India redujo sus exportaciones de trigo, ya que ahora necesita priorizar su consumo interno. Ello se traduce en un eventual aumento del precio del trigo. Como el Perú es un importador de este producto, el resultado son productos elaborados más caros, como los panes y los fideos. Esta situación escalará aún más a lo largo de los meses.
Es complicado realizar pronósticos con base en la situación actual. El Banco Central de Reserva del Perú proyecta que la inflación empezaría a descender entre junio y julio de este año. Sin embargo, estimo que ello ocurrirá recién en un par de años más, porque el país aún debe acomodarse a los costos del mercado global. Recordemos que los costos de transporte marítimo han subido mucho y todavía existe demasiada presión sobre el precio de insumos como el trigo, el maíz y los fertilizantes.
Es evidente que la crisis global impactará más en las personas con menos ingresos. En ese sentido, el Gobierno debe atender sus necesidades básicas a través del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), el Ministerio de la Mujer y los Gobiernos regionales y locales. Se necesita brindar subsidios directos y focalizados, ya que estos hogares tendrán demasiadas dificultades para comprar alimentos con una inflación de hasta 8 %, y al cierre del año 2021 el 25% de peruanos se encuentran en situación de probreza.
Es necesario generar ingresos en las familias más vulnerables para reactivar su economía. Ante ello, existen trabajos temporales que el Gobierno podría reactivar como el mantenimiento de 17 000 kilómetros de carreteras no asfaltadas en el país o también la limpieza de canales, reservorios y micro reservorios para el sector agricultura. Si este grupo poblacional no genera ingresos, la crisis global los golpeará aún con más fuerza en lo que resta del año.
Por el lado productivo, el Gobierno también debe tomar consciencia de que los S/348 millones transferidos solo cubrirán entre el 12 % y el 13 % de los cultivos en el territorio nacional. Pese a la habilidad de los agricultores peruanos para salir adelante en plena crisis, y de la disponibilidad de otros fertilizantes para importar, aunque con precios más caros, el problema de fondo sigue siendo el aumento de precios en los alimentos. Es responsabilidad del Gobierno buscar alguna forma de aumentar el presupuesto del sector agricultura y prepararse lo mejor posible. ¿Qué otras medidas consideras necesarias? Déjanos tu opinión.
El Gobierno debe tomar consciencia de que los S/348 millones transferidos solo cubrirán entre el 12 % y el 13 % de los cultivos en el territorio nacional.
MBA de CENTRUM y Magister en Finanzas por ESAN. Director de Educación Ejecutiva del sector Agro. Director de ESAN School of Government.
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