En el sector agrícola no tradicional hay un ligero crecimiento liderado principalmente por productos como la quinua, la uva, la palta y el espárrago, entre otros. La quinua ha sido el producto que mejores resultados ha tenido y el que mejor proyección tiene de seguir creciendo.
En cuanto a los productos tradicionales, lo que afectó mucho al sector agroexportador fue la disminución significativa de la producción del café. Este producto, que por varios años fue el emblema sectorial, ha tenido un severo problema debido al ataque de la roya amarilla.
La crisis que afronta el sector cafetalero es más crítica que la ocurrida en el periodo 2000-2005, ya que afecta a aproximadamente 500,000 personas que, de una u otra manera, viven de la producción del grano; adicionalmente, se ha presentado una sobreoferta del café convencional por ser el preferido de las industrias, debido a sus bajos costos de producción. Ante la gravedad del problema, recientemente el Gobierno declaró en emergencia a once regiones cafetaleras del país para, de alguna manera, contrarrestar la plaga.
Entre las acciones que el Estado debería realizar en el corto y mediano plazo están la renovación de cafetales con semillas tolerantes a la roya amarilla, el financiamiento a los productores, el fortalecimiento del Consejo Nacional del Café y el reconocimiento y formalización de los Consejos Regionales del Café. Estas acciones, cuyo principal objetivo será reducir la incidencia y severidad de la plaga, deben estar estrechamente coordinadas con los gobiernos regionales, locales y organizaciones.
Luego de las experiencias de este año es importante prever otras acciones, ya que el crecimiento de algunos rubros del sector agrícola no resultaría significativo en el balance de fin de año si es que en otros productos se registra una disminución importante tanto en la producción como en la exportación.
Asimismo, sigue siendo importante fortalecer la seguridad jurídica y la seguridad personal, de modo que se incentiven las inversiones en el país. Si bien es cierto que la estabilidad jurídica está determinada, en lo que respecta a la seguridad personal aún existen problemas muy grandes que enfrentar.
La falta de seguridad personal afecta a los empresarios agroexportadores, quienes muchas veces son víctimas de acciones de extorsión, chantaje y secuestro, lo cual desanima a los inversionistas o, en su defecto, fuerza a que los empresarios hagan un análisis muy complejo antes de tomar la decisión de invertir en el Perú.
Menuda tarea para todos los que tenemos que ver de una u otra forma en el sector agronegocios la de mejorar los niveles de producción y exportación en nuestro país en los años venideros.
¿Qué balance hace usted sobre el desempeño de las agroexportaciones en el 2013?