Algunos temarios de clases de derecho empresarial que se ofrecen en el mercado, se enfocan en supuestos poco frecuentes para la gran mayoría de empresas en el Perú. Así, la teoría termina por desligarse de la realidad práctica que ejercerán los futuros abogados y clientes.
Cuando dictaba clases de derecho empresarial en provincias o en Lima, el tema central de estas se enfocaba en la regulación sobre la toma de decisiones del directorio y en las políticas del buen gobierno corporativo en sociedades. Hace un tiempo, sin embargo, decidí preguntar a los alumnos, todos abogados, cuántos de sus clientes tenían conformado un directorio a lo que, menos de la mitad levantó la mano. Frente a la pregunta sobre cuántos de ellos tienen directores independientes y siguen normas de buen gobierno corporativo, el número de afirmaciones bajó a muy pocos alumnos. Producto de estas respuestas, entendí que si bien estos temas principales eran importantes de abordar, se debía modificar el enfoque y las prioridades para adecuar la teoría y la práctica a las necesidades de los alumnos.
Sin necesidad de una encuesta formal, podría afirmarse que las empresas que tienen directorios, que emiten bonos, que cotizan en la bolsa de valores y que realizan determinadas reorganizaciones societarias son una minoría en el mercado peruano. Son las prioridades societarias generales otros temas que pueden aparecer en la sección de sociedades anónimas cerradas o en las empresas individuales de responsabilidad limitada, que a pesar de estar reguladas como regímenes especiales, en la práctica son las estructuras más utilizadas y comunes para la gran mayoría de empresarios.
Un problema recurrente en las sociedades anónimas cerradas es el desconocimiento de la existencia de libros de matrícula de acciones entre sus propios accionistas. Otra dificultad es que no se conoce la posibilidad de utilizar diversos tipos de acciones para atraer inversionistas, ni las responsabilidades que asumen los gerentes, especialmente al momento de convertirse en sociedades irregulares. Pese a lo habitual que son estos temas, no son los más discutidos en los cursos que suelen dictarse sobre derecho empresarial, y es que el mercado académico a veces tiende a enfocarse en materias más vinculadas a operaciones de mayor escala o de tendencias internacionales.
Algunos temarios de clases de derecho empresarial que se ofrecen en el mercado, se enfocan en supuestos poco frecuentes para la gran mayoría de empresas en el Perú.
El desconocimiento e incumplimiento de obligaciones y formalidades societarias se acrecienta por la falta de una autoridad corporativa en el país, que supervise y controle su cumplimiento. No con un ánimo sancionador, sino con la intención de formalizar y reforzar las estructuras societarias actuales. Por esta razón, muchas de las formalidades y obligaciones societarias no son ejecutadas y pierden así beneficios estratégicos para sus accionistas.
En otros países, la existencia de autoridades supervisoras y/o superintendencias societarias ayuda a regular a un mayor número de empresas al crear jurisprudencias y lineamientos específicos que pueden ser aplicados a todas las sociedades. De esta manera, se desarrolla una cultura societaria eficiente e incluso puestos específicos a cargo del cumplimiento corporativo, como el caso del secretario corporativo.
Por ello, es recomendable que las tendencias corporativas globales sean consideradas y discutidas en el mercado peruano, pero tomando siempre en cuenta las necesidades más comunes de las sociedades en el Perú. El objetivo es que tanto abogados como estudiantes puedan afrontar y asesorar a sus clientes tanto en temas complejos, de actualidad, como también aquellos con mayor recurrencia en su práctica profesional.
Algunos temarios de clases de derecho empresarial que se ofrecen en el mercado, se enfocan en supuestos poco frecuentes para la gran mayoría de empresas en el Perú.
Abogado por la PUCP y Máster en Derecho Comercial e Internacional por la Universidad de Buckingham. Actualmente, es Consejero Comercial de New Zealand Trade & Enterprise y Director Ejecutivo de su propio estudio. Con experiencia en PwC Perú, y en Londres, se especializa en derecho societario y comercial. Profesor en ESAN y autor de un libro sobre inversión extranjera y derecho empresarial. Ha sido distinguido como Caballero de la Orden del Camino de Santiago.
El corporate compliance permite a las empresas identificar riesgos operativos y legales, y gestionarlos de manera oportuna. Sin embargo, para su óptimo funcionamiento es necesario implementar estos protocolos con antelación, sin esperar a que ocurra un problema.
El incumplimiento de las obligaciones establecidas por la normativa que en nuestro país regula la atribución de responsabilidades administrativas de las personas jurídicas puede conllevar a la disolución de la empresa. El impacto de esta sanción puede afectar incluso a proveedores y terceros ajenos a las actividades empresariales.
Ser una sociedad irregular trae consecuencias vinculantes para los individuos que actúan como representantes, a pesar de que muchas de las causales de disolución de sociedades establecidas en la norma, no tienen relación directa y en muchos casos no son conocidas por los apoderados.