Agroexportación a Estados Unidos: La situación actual y los desafíos principales

Agroexportación a Estados Unidos: La situación actual y los desafíos principales

Las agroexportadoras peruanas han incursionado con éxito en el mercado estadounidense desde hace varios años. Sin embargo, aún tenemos mucho espacio para crecer en los productos con valor agregado.

Por: César Alejandro Banda Chirinos el 16 Febrero 2024

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Estados Unidos constituye hoy el mercado principal de las exportaciones agrícolas del Perú. Los casos de éxito de productos como el arándano, la uva, el espárrago, la palta y el café demuestran el buen desempeño registrado por las empresas agroindustriales del país. Por ello, es importante analizar cuáles han sido los avances más importantes del rubro, las exigencias actuales del mercado estadounidense y qué acciones nos permitirían aprovechar mejor nuestro potencial.

Casos de éxito

Estados Unidos representa un potencial enorme para importar alimentos desde Perú. Es el segundo país, en el ranking de países, que recibe nuestras exportaciones de todos los sectores productivos, solo detrás de China. En este contexto, el crecimiento de materias primas agroalimentarias puede darnos una idea del crecimiento que podrían tener los productos con valor agregado, como la pulpa de fruta, el guacamole o las conservas.

Según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), entre el 2017 y el 2021, los envíos de arándanos, uvas y mangos crecieron un 450 %, 100 % y 60 %, respectivamente. Asimismo, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), las agroexportaciones a Estados Unidos durante el 2022 ascendieron a USD 3414 millones, un 16.6 % más que lo registrado en el 2021.

Otra muestra del crecimiento de las exportaciones peruanas a Estados Unidos es que, según Promperú, la empresa Ecosac Agrícola registró ventas por USD 154 millones en el 2022, un 48 % más que en el 2021. Además, exportó 22 productos, entre los que destacan las uvas frescas, los pimientos piquillo y morrón, y el limón tahití. Estos alimentos se destinaron a 36 mercados, un 33 % más en relación con el 2022, y los países destacados fueron Estados Unidos y Países Bajos.

Este desempeño se explica porque el Perú cuenta con ventanas de producción que han mejorado muchísimo y cubren la demanda en épocas en que otros países no producen estos alimentos. Por ejemplo, los arándanos crecen en un periodo relativamente corto, lo que permite una alta rotación. También existe mucha disponibilidad de tierras fértiles muy amplias, combinadas con buenas políticas públicas, como los tratados de comercio, los proyectos de irrigación y la Ley de Promoción Agraria.

Consecuencias de la falta de control

Estados Unidos tiene un historial importante de casos en que se retiraron productos contaminados de su mercado y, recientemente, se han inutilizado contenedores con alimentos congelados por contaminación de diversa índole. La primera y más grave consecuencia es que los alimentos contaminados causan un daño irreparable al ser humano. Según la Food and Drug Administration (FDA), cada año, el consumo de alimentos contaminados en Estados Unidos provocan que 48 millones de personas se enfermen, 128 000 sean hospitalizadas y 3000 fallezcan.

La segunda consecuencia consiste en la imposición de multas a la empresa responsable, además de la paralización de sus procesos de venta hasta evidenciar un mejor manejo de la inocuidad. En el peor de los casos, no recibirá pedidos nunca más. La tercera consecuencia es que la pérdida de credibilidad se expande a todo el sector específico, hasta calificar al país entero como riesgoso, lo que conlleva a la pérdida de competitividad.

Exigencias para el ingreso de alimentos

En enero del 2011, el presidente Barack Obama firmó la Ley de Modernización de Inocuidad de los Alimentos (FSMA, por sus siglas en inglés), con un enfoque de prevención, más que de reacción, ante problemas de inocuidad alimentaria. Esta reforma se realizó 70 años después de la anterior.

El objetivo de la FSMA es garantizar que el suministro de alimentos a Estados Unidos no cause daños a las personas ni a los animales que luego serán usados para el consumo humano. En el marco de su implementación, la FDA estableció nueve reglas, que se han actualizado y complementado a lo largo de los años, que permiten delinear las acciones a tomar para prevenir la contaminación de los alimentos.

La FSMA establece controles preventivos para la alimentación humana y animal que incluyen requisitos puntuales para los fabricantes de alimentos, como estar registrados ante la FDA, recibir visitas de los representantes de esta entidad y tener implementado un Sistema de Gestión de la Inocuidad Alimentaria (SGIA). Además, deben contar con una identificación emitida por individuos calificados en controles preventivos (PCQI, por sus siglas en inglés).

Es muy importante que las organizaciones impactadas por la FSMA se certifiquen bajo una norma reconocida por la Global Food Safety Initiative (GFSI), como la IFS, la SQF, las FSSC 22000 o la BRC Global Standard. Todas ellas constituyen sistemas de gestión de la inocuidad de alimentos (SGIA) para garantizar el cumplimiento con los requisitos de la FSMA.

Si profundizamos más acerca del PCQI, ya que es un concepto relativamente nuevo, podemos añadir que se trata de un individuo capacitado y calificado con los suficientes conocimientos técnicos y experiencia para desarrollar y supervisar un plan de inocuidad alimentaria basado en controles preventivos. Estos controles deben abarcar los peligros físicos, químicos y biológicos. Las obligaciones legales del PCQI incluyen el diseño y la implementación de un nuevo modelo de gestión de la inocuidad alimentaria llamado HARPC, sigla en inglés de Controles Preventivos Basados en el Riesgo.

Adaptación de las empresas peruanas

Toda empresa que exporta a Estados Unidos, sin importar su tamaño, debe implementar algún tipo de SGIA como requisito básico. Para obtener esta certificación, primero se debe pasar por un proceso de auditoría donde se revisa que todos los requisitos de una norma específica se lleven a cabo de acuerdo con lo que contiene en ella.

Todos los SGIA cuentan con el requisito de cumplir con el plan de prevención de la inocuidad en alimentos (HACCP). En ese sentido, el Perú cuenta con la norma sanitaria para la aplicación del sistema HACCP en la fabricación de alimentos y bebidas, aprobada por la Resolución Ministerial n.o 449-2006/MINSA.

Esta implementación es obligatoria para toda empresa que desea vender sus productos en el mercado nacional e internacional. Los beneficios que recibe al adoptar estas medidas son un incremento de su competitividad en general y disminución de incidencias de reclamo y, por lo tanto, menores pérdidas. Las empresas Camposol, Virú y Danper lideran las agroexportaciones peruanas y cumplen con los requisitos exigidos por Estados Unidos.

No obstante, si hablamos de negocios agroexportadores de menor tamaño que también se han ganado un lugar en el sector, podemos mencionar a Fructus Terrum, una compañía que procesa productos deshidratados y que ha ingresado en los últimos meses al mercado estadounidense con té de maca, quinoa precocida, harina de plátano, tara y maíz morado. Otro ejemplo es El Pedregal, empresa cuyos productos insignias son la uva, los cítricos y la palta.

Productos agrícolas más exitosos

Los alimentos peruanos que hoy se exportan en mayor volumen son el mango, la uva, la palta y los cítricos. Otro producto destacado es el café. Como podemos observar, la mayoría de nuestras exportaciones agrícolas son materias primas, como también sucede en otros sectores.

Nuestro enorme potencial radica en la posibilidad de exportar productos con mayor valor agregado y, si se considera que la tendencia actual apunta al consumo de productos saludables, debemos impulsar la transformación de los alimentos con una cantidad mínima de preservantes o conservantes.

Una opción interesante es exportar alimentos congelados, cuyo tiempo de vida es de uno a dos años. Su congelamiento implica que no se desarrollen microorganismos y que incluso, los ya existentes, disminuyan. De manera previa, el proceso debe garantizar que se eliminaron los microorganismos a niveles que no causen daño al consumidor.

Desafíos pendientes del sector

Existen cuatro factores que se deben considerar como retos para nuestras empresas. El primero es el desarrollo tecnológico que nos permitirá escalar nuestra producción y ser más competitivos en cuanto a precio. El segundo es la innovación en cuanto a productos, servicio, empaque, diseño y sistemas de producción, es decir, en cada eslabón de la cadena agroalimentaria, para diferenciarnos de la competencia y que el consumidor final elija nuestros productos.

El tercer factor es la capacitación. Debemos saber qué estamos produciendo y cómo lo tenemos que hacer. Aquí entra a tallar mucho el área de Gestión del Talento en las empresas, que debe establecer una política de capacitaciones según los objetivos de rentabilidad, calidad, inocuidad, medio ambiente y seguridad de las personas. El cuarto factor, pero no menos importante, es el compromiso de la alta gerencia con la calidad e inocuidad. Esta debe participar de manera activa y consciente en la gestión de la inocuidad y promover una cultura de la calidad en cada área de la empresa. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.

Amplía tus conocimientos sobre el tema participando en el curso Industrialización de frutas y hortalizas para exportación de la especialidad en Agroexportación del Programa de Especialización para Ejecutivos (PEE) Empresarial de ESAN.

 

 

Las empresas agroexportadoras del Perú deben impulsar más el desarrollo tecnológico, la innovación, la capacitación y el compromiso gerencial para lograr que los productos enviados a Estados Unidos tengan una sostenibilidad de compra en el futuro.

César Alejandro Banda Chirinos

Magister en Administración de Empresas, ESAN Graduate School of Business. Ingeniero en Industrias Alimentarias con especializaciones en gestión agrícola empresarial, producción, operaciones, gestión de la calidad y productividad en la Universidad Nacional Agraria La Molina y Pontificia Universidad Católica del Perú. Durante su trayectoria profesional de más de 20 años, ha laborado en empresas importantes del país tales como Supermercados Peruanos SAC, Nexus Group Restaurants, Bembos SAC, Phoenix Foods, entre otros, dirigiendo las operaciones productivas de alimentos. Sus principales objetivos han sido asegurar la seguridad de las personas, la calidad de la producción (bajo estándares de gestión de la calidad exigidos por los clientes: HACCP, BRC, SQF entre otros), el volumen y el tiempo de entrega de la producción. Actualmente es Gerente de Planta en Amara Foods SAC y asesor de proyectos y desarrollo de productos.

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