Recomendaciones de refinanciamiento para pequeñas empresas durante la crisis

Recomendaciones de refinanciamiento para pequeñas empresas durante la crisis

En el escenario actual, la sostenibilidad de las pequeñas empresas peruanas será posible si controlan su flujo de caja e impulsan la renegociación de pagos con clientes y proveedores.

Por: Ricardo Salinas Vilcachagua el 08 Abril 2020

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El escenario de crisis es claro: tenemos un estado de emergencia que va del 16 de marzo hasta el 26 de abril, y una emergencia sanitaria que se inició el 11 de marzo y se extenderá por 90 días. Luego se volverá a la normalidad, de manera paulatina y lenta. Sin embargo, existe incertidumbre respecto al tiempo que durará esta recuperación. Ello dependerá de los agentes económicos, las medidas estatales y el comportamiento del consumidor. 

En este contexto, es vital para las pequeñas empresas impulsar mejor la gestión de su capital de trabajo a fin de mantenerse sostenibles hasta que la situación se torne más favorable. Para esto y en principio, requieren contar con información contable y de gestión ordenada, que les permita analizar su situación de caja de corto plazo. El apoyo del sistema contable no solo responde a necesidades tributarias, sino que también permite entender cómo se dan las operaciones de la empresa y determinar las medidas más acertadas para administrar el capital de trabajo y cuidar su liquidez. ¿Cómo empezar? 

Primeros pasos

La empresa debe partir por ordenar su información interna y poner sobre la mesa sus costos fijos para determinar si aún podrá cubrirlos -pese a la reducción de sus ventas- y por cuánto tiempo. A partir de esta evaluación, de no poder cubrir sus costos fijos, debe buscar nuevas oportunidades o alternativas de negocio para cubrir el problema, una habilidad muy común entre las micro y pequeñas empresas (mypes) peruanas.

El siguiente paso es construir flujos de caja cada semanal, que contemplen los diferentes escenarios que pueda afrontar la empresa, a fin de saber con certeza hasta cuándo se mantendrá la liquidez. Cada rubro o negocio es distinto, pero es responsabilidad del empresario analizar de manera puntual su situación para construir escenarios esperados. 

Hoy podemos distinguir con claridad tres períodos de tiempo distintos que influirán en estas proyecciones. El primero, y en el que nos hallamos, es el aislamiento social obligatorio. El segundo serán el estado de emergencia que prevalecerá cuando el aislamiento termine. El tercero será la reactivación económica y la recuperación del país. Sobre estos periodos de tiempo se pueden construir escenarios de plazos que afectarán el negocio. 

Poder de negociación

Como empresarios, es obvio que buscamos cobrar todos los montos pendientes que nos deban nuestros clientes. Sin embargo, en el contexto actual, lo más recomendable es concertar con ellos para definir nuevas condiciones de cobranza que no afecten la relación entre las partes. Con los proveedores, podemos negociar pagos parciales, pero el objetivo siempre debe ser sostener la liquidez. 

Un gasto común para muchas empresas son los alquileres de oficinas y almacenes. En estos casos, es muy probable que los arrendatarios estén dispuestos a renegociar el pago, ya que no les conviene presionar o perder a sus clientes. En el peor de los casos, la mayoría de negocios se retirarán en simultáneo de estos espacios y ello perjudicaría, aún más, la rentabilidad del negocio para el arrendador. 

Pago de deudas

Es crucial el financiamiento del capital de trabajo para darle continuidad a la empresa. Este capital se centra en las cuentas por cobrar, el pago a proveedores, el manejo de existencias y las deudas a corto plazo con el sistema financiero y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat). En ese sentido, el aplazamiento de pagos en muchas entidades financieras beneficia, sobre todo, a las empresas más pequeñas. 

Por su parte, los bancos no han detenido sus sistemas de colocaciones y aún buscan clientes. Tienen intención de mantener esta actividad y destinaran recursos en ella, es decir, se mantiene el acceso al crédito. Al mismo tiempo, priorizan la negociación del pago de los créditos para fijar si se reprograman o se reperfilan, lo que depende de la situación particular de cada negocio. 

Al mismo tiempo, existe intención del Gobierno de brindar financiamiento a las empresas, mediante la línea aprobada por el DU 029-2020. Ese monto se destinará al capital de trabajo de las mypes. Lo preocupante es que el fondo aún no se ejecuta ni se conoce el mecanismo para ponerlo en marcha. Adicionalmente, se estima un descenso de la tasa de referencia, seguramente con garantía también del Estado. 

Como pautas finales, antes de hablar con el banco, debemos negociar con clientes y proveedores para llegar a los acuerdos necesarios. Los flujos de caja mencionados deben ser semanales, ya que necesitamos un control periódico de nuestras actividades. Por último, es importante que cuidemos mucho de nuestros clientes y de la calidad de nuestros productos, para mantenernos sostenibles durante y después de la crisis.

Ricardo Salinas Vilcachagua

Especialista en evaluación de proyectos. Coordinador de la Maestría en Gestión y Desarrollo Inmobiliario y de los programas de gestión inmobiliaria y construcción de ESAN. Ha realizado el costeo por actividades en empresas privadas y en entidades del sector público. Magíster en Finanzas por ESAN. Economista por la Universidad Nacional Agraria la Molina, Perú.