Sueño de Navidad

Sueño de Navidad

Hermoso tiempo de Navidad. Época en que todos nos sentimos obligados a soñar y fingir que creemos. Soñamos que un viejito gordo viene en su trineo tirado por renos para traer juguetes a todos los niños; fingimos que hay paz y amor en el mundo; fingimos que endeudarnos para regalar bienes materiales es la mejor forma de mostrar amor; fingimos que en enero comenzaremos la dieta.

Por: Luis Felipe Calderón Moncloa el 18 Diciembre 2012

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Tiempo de Navidad, tiempo de creer y no de cuestionar. Así que mejor usemos esa dudosa capacidad para creer y pregonar fantasías, en una fantasía que sí pudiese resultar siendo útil.

Fantaseemos por un ratito que, a partir del próximo año, desaparecen todos los colegios privados en el Perú y todas las clínicas privadas. Y fantaseemos, para remate, que no hay posibilidad alguna de que sean reabiertos ni los unos ni las otras.

Imaginemos (y no es necesario sentir pánico pues es solo fantasía navideña que se irá al momento de que comas tu sexto panetón de la temporada) que nunca nada volverá a ser como es hoy. De modo que a partir de enero, ante cada malestar, operación o accidente, tendrás que llevar a tus hijos a los hospitales del Minsa o EsSalud y que, desde el 1 de marzo, los hijos de todos, ricos y pobres, irán a un colegio estatal, al de su barrio (como ocurre en Francia, Inglaterra y los países escandinavos).

No seamos realistas. Es época de navidad, pensando en el lío logístico que se armaría, finjamos que solo habría aspectos positivos y que "todo estará bien".

Imaginemos a los congresistas, hasta los más conservadores (con el apoyo vociferante de los medios de comunicación y del público de las clases medias y altas) exigiendo un inmenso aumento del presupuesto para la salud y la educación pública.

Imagínense al Ministro de Economía, así como a los gobiernos regionales, aceptando estos aumentos y trabajando tenazmente con sus mejores cuadros para financiar rápidamente todas las mejoras. Imagínense a la SUNAT cobrándole impuestos a todos los que, teniendo recursos, tributan menos de lo debido.

Imagínense la construcción a ritmo febril de nuevos y mucho mejores colegios. Imagínense los significativos aumentos a los profesores y la exigencia en su capacitación en tiempo récord. Imagínense a profesionales mucho mejor calificados pugnando por entrar al magisterio.

Imagínense todos los colegios nacionales con laboratorios y recursos. Imagínense todos los hospitales con mucho más personal y mejor pagado, capacitado y motivado. Imagínense todos esos hospitales con suficiente equipamiento y de tecnología que hoy solo vemos en las clínicas privadas.

Claro: si nuestros hijos, los hijos de las clases medias y altas, tuvieran que ir a los mismos colegios y hospitales que van quienes tienen menos recursos, seguro que en pocos meses haríamos que la educación y la salud pública del Perú fuesen de las mejores del mundo.

Pero no nos preocupemos. Como nuestros hijos, los hijos de las clases medias y altas, no van a esos colegios ni se atienden en esos hospitales nada de eso cambiará. Seguiremos invirtiendo una parte significativa de nuestros recursos, cada vez mayor según muestran recientes estudios, en que nuestros hijos tengan educación y salud de calidad mientras que seguimos indiferentes ante el desastre que son la educación y la salud pública.

sumillas_navidad_calderon.jpg Así nos aseguramos, como padres amorosos que somos, que nuestros hijos tengan ventaja sobre los demás, asegurándonos que los de más abajo no tengan oportunidad alguna de levantar cabeza.

Dejando las fantasías de lado y hablando de realidades, de lo que estoy seguro es que Papa Noel tampoco nos traerá esta Navidad dos regalos que serían más que urgentes: una barriga menos grande y un mayor interés por disminuir las vergonzosas diferencias sociales que continúa habiendo en nuestro país. ¡Muy mal este Papa Noel!

¿Cree usted que la Navidad se ha convertido más en una fiesta mercantilista que en un verdadero espacio para fomentar la solidaridad humana?

Esta entrada contiene un artículo de:
Luis Felipe Calderón Moncloa
Profesor del área de Administración. Doctorando en la Université Jean Moulin, Lyon, Francia. DEA, Universidad de Niza, Francia. MA in Management Learning y MSc in Information Management, Lancaster University, United Kingdom. MA, ESAN, Perú. Bachiller en Psicología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú.
Profesor de la Maestría en Organización y Dirección de Personas de ESAN

Luis Felipe Calderón Moncloa

Profesor Asociado de ESAN Graduate School of Business (1,990 a la fecha). Consultor y conferencista en desarrollo ejecutivo y en temas de ética, responsabilidad corporativa y seguridad en el trabajo (1986 a la fecha). Profesor Visitante y conferencista internacional en Argentina, Colombia, España, Portugal, Emiratos Árabes Unidos (Dubai), Francia, Austria, Serbia, Estonia, Guatemala, Paraguay, Bolivia, Costa Rica y USA. Psicólogo (UNMSM), MBA (ESAN, 1990), Maestría en Aprendizaje Gerencial (Lancaster, Inglaterra, 1996), Maestría en Gerencia de la Información (Lancaster, Inglaterra, 1997) y DEA en Ciencias de Gestión (Niza, Francia, 2001). Certificado doctoral europeo, EUDOKMA, (Copenhague, 2003).
Autor de 2 libros (Perú) y autor de capítulos en 3 libros internacionales (2 en Inglaterra y 1 en Colombia). Principales cursos dictados actualmente: Pensamiento Crítico y Decisiones Gerenciales (en el MBA ESAN), Liderazgo y Competencias Gerenciales (en el MBA ESAN), Ética y Responsabilidad Social Corporativa (en la Maestría de Organización y Dirección de Personas, MO&DP, ESAN)

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