Las mujeres cuentan con las habilidades que los rubros de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) demandan en el mundo, y que serán más necesarias en el futuro. ¿Cómo podemos impulsar la participación de más mujeres en estos sectores?
STEM son las siglas en ingles utilizadas para referirse a las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (science, technology, engineering and mathematics). En las últimas décadas, se ha tratado en extenso sobre los beneficios y desafíos que implica para las mujeres progresar en estos sectores. La mayor dificultad es alentar su participación en estos campos promoviendo la igualdad de oportunidades y su desarrollo en el campo laboral.
Según los reportes de las Naciones Unidas a febrero del 2021, no más del 30 % de las mujeres en el mundo deciden estudiar una carrera en estos sectores y no existen incentivos que alienten su participación. Precisamente, uno de los objetivos para reducir las brechas y alcanzar la equidad de género es lograr que todos los campos de desempeño profesional cuenten con una mayor participación femenina.
En uno de sus reportes, Catalyst muestra que, hacia el 2030, las empresas de los sectores STEM tendrán un déficit de talento especializado. Si bien a nivel de formación universitaria existe paridad al iniciar la carrera, las oportunidades laborales que implican liderazgo y toma de decisiones del más alto nivel cuentan con un reducido porcentaje de participación de mujeres.
Apple, Facebook y Google, entre otras empresas líderes en tecnología e innovación, cuentan con alrededor del 30 % de mujeres en su planilla, y no más del 26 % de los puestos de liderazgo son representados por mujeres. Esta situación no es muy diferente a otros sectores y, en el mundo, podría decirse que, hacia la cumbre de la escalera corporativa, nos estancamos.
Los atributos más destacados como aporte son diversidad, calidad y productividad. Todo ello sumado a la lealtad que muestran las mujeres cuando obtienen la oportunidad, porque saben que hubo reconocimiento al trabajo mostrado y que es el momento de implementar cambios que generen impacto en la sociedad. Esta visión, en momentos actuales donde hay alta movilidad laboral, podría ser un punto que permita a las empresas desarrollar planes de mediano plazo sin exponerse a una rotación que retrase su implementación.
Tener diversos puntos de vista permitió ampliar y expandir el alcance de muchas iniciativas que contribuyeron a que las empresas desarrollaran nuevos productos y servicios. Así se generó un fortalecimiento no solo de la institución, sino también de las economías que crecen al incorporar a las mujeres en la actividad laboral. Aun cuando no es claro el tipo de trabajos que existirán en el futuro, se sabe que muchos de ellos tendrán como aliados a la tecnología y la ciencia, y estarán relacionados con la prevención, la atención y el cuidado de la salud. Incluso el desarrollo sostenible requerirá de mayor número de mujeres que aporten con esa visión.
Mientras en otros sectores puede existir una saturación de talento profesional, en STEM existirán demandas insatisfechas, por lo que formarse en estas especialidades es una apuesta de desarrollo profesional seguro, pero que también requerirá cambios importantes que atraigan el interés de más mujeres para incursionar. A su vez, la reciente pandemia que sufre el mundo ha dejado al descubierto, sobre todo en nuestro país, la necesidad de promover la investigación y el estudio científico para no mantenernos a expensas de que países más adelantados sean los actores a cargo del desarrollo de soluciones.
Es necesario establecer condiciones iguales en salarios, posibilidades de ascenso y, en especial, identificar modelos que inspiren y animen a otras mujeres a incursionar en STEM, para que vean que el éxito y el crecimiento profesional no es la excepción ni está reservado solo para unas pocas profesionales. También hay que trabajar en reducir los estereotipos que muestran una preferente tendencia a contratar talento masculino. En cambio, se debe apostar por la contratación equitativa y dar espacio a las mujeres en puestos de liderazgo, basados en el talento, el conocimiento y la experiencia.
Por último, es clave fortalecer los espacios donde se genere conocimiento. Esta acción debe convertirse en una política pública que permita el intercambio de las mujeres en STEM. A nivel de país, ello implicará, por ejemplo, elegir autoridades femeninas que lideren instituciones claves y creen espacios de interacción. Que no haya espacio profesional que no sea ocupado por el talento femenino. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.
Es necesario identificar modelos que animen a otras mujeres a incursionar en STEM, para que vean que el éxito y el crecimiento profesional no está reservado para unas pocas profesionales.
Consultora y especialista internacional de Marca personal, marca empleadora y mapas de carrera. Con maestría en coaching directivo (U Barcelona), posgrado en: Personal Branding (Universidad Ramón Llull- Barcelona. Experiencia de más de 25 años en marketing en sectores de: consumo masivo, servicios y educación en empresas transnacionales y nacionales. Miembro Fundador de Personal Branding Latam. Directora en Career Makeover Lab como estratega de marca personal
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