Unas 800 mil viviendas en Perú tienen el servicio de gas natural, el 90% de las cuales están en Lima y Callao; las cuales, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) solo representan el 8% del total de hogares del país.
Según Fidel Amésquita, profesor de la Maestría en Gestión de la Energía de ESAN, con el descubrimiento de las reservas de gas natural en Camisea se avizoraba un futuro promisorio para el Perú, ya que significaba una oportunidad para disminuir la dependencia de combustibles más costosos, pero la lenta masificación del gas natural domiciliario impide cumplir con este objetivo.
"El uso de gas natural domiciliario representa un importante ahorro para las familias peruanas, ya que les permite reducir sus costos energéticos. No obstante, hasta el momento, solo el 8% de viviendas goza de este beneficio, siendo por ello importante y necesario masificar el uso de este recurso natural, el cual es seguro, ecológico, abundante y económico", precisó.
Por ello, considera que es urgente continuar con las políticas de masificación del gas natural domiciliario para incrementar, cada año, el número familias y viviendas beneficiadas con este combustible, lo cual implicaría también desarrollar políticas de Estado que trasciendan a los gobiernos de turno.
Refirió que en Colombia, por ejemplo, según cifras oficiales del Ministerio de Minas y Energía, en quince años (del 2002 al 2017), alrededor de 6 millones de hogares obtuvieron conexiones domiciliarias de gas natural, que muestra una diferencia de política respecto del Perú porque en el mismo plazo, en Perú no se ha llegado ni al millón de conexiones.
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Fuente: Correo