En un artículo anterior comentábamos sobre la importancia de una correcta asignación de metas, las cuales deben ir acompañadas de un sistema de remuneración variable que incentive realmente a alcanzarlas, por lo tanto detallamos los factores que deben componer todo sistema de remuneración variable:
En primer lugar debemos definir el marco conceptual del sistema de remuneración variable, el cual no es más lineal y en su lugar es una curva que consigue premiar a quien pasa la meta y castigar a quien no la alcanza (ver cuadro adjunto). Este sistema hace que la fuerza de ventas no solo trate de alcanzar la meta sino también que persiga maximizar la venta incluso una vez alcanzado el objetivo, ya que el valor económico que recibirá como compensación será mayor por esas ventas que pasaron la meta, que especular con dichas ventas para el próximo mes.
Este sistema no es necesariamente más caro porque el gasto por la mayor comisión que se genera para quienes pasan la meta saldrá del ahorro en comisiones por el castigo de quienes no la alcanzaron.
Como las empresas no solo persiguen el volumen, la meta del mes puede tener varios componentes, aunque lo recomendable es que no sean más de tres factores los que la integran con la finalidad de mantener la claridad del sistema de cara al personal del área comercial. Estos tres factores proponemos que sean:
Finalmente a cada uno de estos factores se le asigna un peso % dentro del objetivo mensual y se obtiene una nota ponderada que es la que se aplica en la tabla definida.
¿En su empresa se trabaja un sistema de remuneración variable?
Una de las decisiones que toda compañía de retail debe realizar es si su estrategia de expansión será a través de puntos de venta ubicados en centros comerciales, o en locales externos. Esta estrategia, a su vez, se convierte en parte del Plan de Marketing; y es que la localización de los locales determinará los canales comunicación y publicidad.
Con el paso del tiempo, y con más frecuencia, se hace evidente el impacto que tienen los costos de alquiler y los gastos generales, para las empresas que se ubican en un Centro Comercial. Diversas marcas han optado por salir de los mismos, ante la inviabilidad económica que representa el pagar un alquiler mensual.
La presión que ejercen las grandes cadenas de tiendas minoristas está afectando las ventas y los márgenes de ganancia de las bodegas de barrio en América Latina y otros mercados emergentes. Por ello, la situación es cada vez más difícil para las empresas de consumo masivo que abastecen a las bodegas