Lo más importante en el proceso de introducción de IoT en una organización es que la alta dirección de la misma reconozca y entienda que no se trata solamente de colocar sensores o chips. El propósito de esta tecnología debe ser generar información y conocimiento.

Una vez reconocido y entendido este concepto, la organización deberá implementar un proyecto piloto en el área clave, previendo determinados objetivos a lograr en términos de la información a recabar y cómo el uso de la misma generará valor a la empresa.

Luego hay que invertir en sensores -o chips- y programas para efectuar el análisis de los datos. En cuanto al costo actual y futuro de la inversión consideremos la Ley de Moore: los chips duplicarán su capacidad de procesamiento, reducirán su tamaño a la mitad y bajarán su precio al mínimo. Antes un chip costaba US$ 1.20, lo que hacía imposible ponerlo en un producto de consumo masivo en un supermercado, oero hoy puede costar aproximadamente US$ 0.10.

A través del IoT un centro comercial puede capturar información como el número de automóviles y personas que ingresan a sus instalaciones, adónde van esos visitantes, las diferentes tiendas a las que ingresa una persona, cuánto tiempo permanecen en cada local, etc. La lista es bastante extensa. Para ello será necesario ubicar los sensores en lugares adecuados, así como diversos chips en los productos y cámaras de vídeo en los corredores y vitrinas del establecimiento, de acuerdo a la información que se quiera recopilar y analizar.  

Recursos humanos y oportunidades

En términos de recursos humanos, las organizaciones que quieran implementar IoT necesitarán analistas de información. En el sector retail, por ejemplo, las miles de visitas diarias a cientos de establecimientos generan miles de millones de datos. Entonces aparece un concepto que va más allá de la base de datos tradicional que hoy en día denominamos big data; es decir, hoy en día son grandes almacenes de datos que registran datos estructurados y no estructurados: como videos e imágenes, redes sociales u otros medios que serán alojados en la nube.

Los analistas de información deben conocer de técnicas cuantitativas, de estadística y de modelos de análisis de información, para que los gestores del negocio puedan tomar decisiones a partir del análisis de la información que será consolidada.

Las oportunidades son bastante interesantes en materia de mejor segmentación, afinamiento de las campañas, saber qué es lo que realmente buscan los clientes, qué les gusta y qué no, mejora de presentaciones, replanteamiento de la distribución de los productos ofrecidos, etc.

Los resultados a esperar serán mayores ventas y una mejora continua en la interacción con los clientes. Además, el uso del IoT se hará cada vez más popular en los hogares, la infraestructura urbana, el control del medio ambiente, las empresas de retail, salud, banca, educación y prácticamente en todos los negocios.

En un horizonte de mediano plazo, hacia el 2020, es previsible un uso generalizado del internet de las cosas en el Perú: cualquier organización de cualquier sector estará en la capacidad de incorporarlo.

IoT en Perú

En el Perú, ya hay empresas que han creado áreas de transformación digital y que ya desarrollan pilotos con estas interconexiones. Entre este año y el próximo veremos una primera etapa de sensibilización e introducción al tema en nuestro país. Hacia fines de 2018 y en el transcurso de 2019, algunas empresas ya trabajarán con esta tecnología. Luego es de esperarse un contagio, es decir, cada vez más empresas la incorporarán como una herramienta cotidiana.

En un horizonte de mediano plazo, hacia el 2020, es previsible un uso generalizado del internet de las cosas en el Perú: cualquier organización de cualquier sector estará en la capacidad de incorporarlo. Estaremos atentos a ese proceso.

¿Cómo aplicaría usted internet de las cosas en su organización?