Luis Mendiola, docente de los Programas de Finanzas de ESAN, analizó en Gestión el panorama de las fintech peruanas y su expansión internacional. En esta línea, destacó los retos pendientes para su desarrollo.
El futuro de las aplicaciones de pago en el Perú y su potencial de expansión regional están marcados por desafíos y oportunidades clave que dependen del desarrollo de la infraestructura fintech y del marco regulatorio. A medida que el mercado de pagos digitales en América Latina evoluciona, las fintechs peruanas enfrentan la tarea crucial de adaptarse para competir en un escenario regional, mediante el alineamiento de sus estrategias con las tendencias globales y los retos locales.
Para que las fintech peruanas de pagos se conviertan en soluciones regionales, deben superar ciertos obstáculos tecnológicos y regulatorios. En primer lugar, es fundamental que logren escalar sus infraestructuras para manejar transacciones a gran escala, a la vez que mantienen altos niveles de seguridad y usabilidad. En segundo lugar, deben apostar por la interoperabilidad local y regional, un desafío crucial en un entorno donde la falta de estandarización puede ser una barrera para la expansión de los servicios financieros digitales. Este enfoque hacia la interoperabilidad puede observarse en mercados emergentes donde las billeteras móviles y las plataformas de pagos digitales han logrado un éxito considerable, como en África, donde las políticas de interoperabilidad han reducido las barreras entre operadores de dinero móvil y han fomentado la inclusión financiera, pero también han generado tensiones entre competencia y cobertura (Brunnermeier et al., 2023).
Si bien no existen aún estudios locales sobre el nivel de madurez de las soluciones de pago, podríamos considerar, al menos, tres factores: la penetración de pagos electrónicos en comparación con el uso de efectivo, el nivel de interoperabilidad entre diferentes sistemas de pago y la existencia de un marco regulatorio robusto que impulse la innovación y protección del usuario (Bian et al., 2023). Si bien se han registrado avances notables con el auge de billeteras electrónicas como Yape y Plin, y el uso de pagos móviles se ha incrementado de forma exponencial, aún se enfrenta a desafíos significativos. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el uso de billeteras digitales en el país se multiplicó por 20 en los últimos años (Infobae, 2024). No obstante, el país aún se encuentra rezagado en términos de inclusión financiera, en comparación con líderes regionales como Brasil y México. Con base a lo anterior, podríamos sugerir que el Perú aún se encuentra en un estadio intermedio de madurez en cuanto a soluciones de pago, frente a otros países de la región y mercados más desarrollados.
La estrategia de las fintech peruanas en términos de alianzas es otro tema crucial. Deberían asociarse con actores clave, como bancos, telcos y bigtechs, para acelerar su crecimiento y superar las barreras de infraestructura y acceso a usuarios. Las telecomunicaciones, por ejemplo, ofrecen una infraestructura crítica que podría facilitar la distribución de servicios financieros a poblaciones no bancarizadas, al igual que ocurrió en mercados como Indonesia. Sin embargo, esta colaboración no está exenta de riesgos: las fintechs que se alíen con grandes actores tecnológicos podrían ver comprometida su autonomía y su capacidad de innovación. En otros países, las bigtechs han utilizado su dominio del mercado para ofrecer servicios integrados que abarcan desde pagos hasta servicios financieros completos, como ha sucedido con Alipay y WeChat Pay en China.
En mercados desarrollados, como los países de la OCDE, la tendencia ha sido una mayor regulación y el fomento de la competencia. En Estados Unidos y Europa, los reguladores han sido cautelosos respecto al dominio de las bigtechs en el sector financiero, lo que ha llevado a restricciones en la integración de servicios financieros y tecnológicos para evitar prácticas monopolísticas. En Asia, en cambio, la fusión entre telecomunicaciones y fintechs ha generado un ecosistema robusto, con las superapps como un fenómeno dominante en China e India. Rusia ha seguido un camino similar, con su enfoque en la integración de sistemas de pagos digitales con infraestructuras estatales. En este sentido, el Perú debería estudiar todos estos casos para decidir si seguir el modelo de competencia abierta o apostar por la integración con grandes actores.
Una cuestión clave para el futuro de las fintechs en el Perú será la implementación de la moneda digital del BCRP (CBDC, por sus siglas en inglés), que podría ser un catalizador o un obstáculo para la regionalización. Si bien una CBDC podría ofrecer una infraestructura segura y eficiente para pagos digitales, también podría generar dependencia en un sistema centralizado, al dificultar la innovación de las fintechs y limitar su capacidad para diferenciarse en el mercado. En este sentido, las experiencias globales con CBDC son mixtas. En China, la introducción del yuan digital ha coexistido con Alipay y WeChat Pay, pero ha aumentado la supervisión estatal sobre los pagos digitales (Bian et al., 2023).
En el ámbito global, las tendencias en los pagos digitales se inclinan hacia una mayor digitalización e integración de servicios financieros. La pandemia aceleró el cambio hacia una economía sin efectivo, con un crecimiento exponencial de billeteras digitales y servicios como el Buy Now, Pay Later (BNPL) (Di Maggio et al., 2022). La capacidad del Perú para adaptarse a estas tendencias dependerá de varios factores, como la velocidad de adopción tecnológica, la inversión en infraestructura y un marco regulatorio que fomente la innovación sin sofocar la competencia.
Al reflexionar sobre el futuro, resulta claro que el éxito de las fintech peruanas dependerá de su habilidad para equilibrar la innovación con la cooperación estratégica. El futuro de los pagos en el Perú está en juego, y las decisiones que se tomen hoy definirán no solo su posición en el mercado regional, sino también el acceso y la inclusión financiera de millones de peruanos.
Referencias
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