El entorno empresarial volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA) ha sufrido cambios muy drásticos durante la pandemia por la COVID-19. Es así como ahora se habla de un nuevo escenario denominado BANI, acrónimo que proviene del inglés Brittle, Anxious, Nonlinear e Incomprehensible (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible). En él, las empresas se vieron obligadas a reevaluar sus planes de contratación y las escuelas de negocio, a reestructurar sus programas de posgrado. En ese sentido, es natural preguntarse si un MBA vale la pena en un escenario como el actual.
A pesar de la incertidumbre y los cambios en el mundo empresarial, el MBA es fundamental para acceder a puestos de trabajo en empresas locales y en las multinacionales más importantes. Las ventajas que ofrece son invaluables a nivel de formación y de currículum, razón por la que todo ejecutivo que necesite cualificación específica en dirección de empresas debería evaluar con seriedad la posibilidad de empezar este año.
Ahora mismo, debido a la pandemia, las oportunidades de empleo se han reducido de forma considerable. Por ello, sería conveniente aprovechar este tiempo en adquirir nuevas competencias y habilidades gerenciales. Es más factible que el 2022, con la recuperación económica, las oportunidades laborales aumenten y el egresado del MBA esté mejor preparado para liderar las organizaciones en medio de un entorno BANI.
Otro punto a favor es que las universidades y escuelas de negocios han observado los cambios generados por la pandemia y han adaptado sus planes de estudios y servicios complementarios a este contexto, además de incluir en su metodología el análisis de experiencias empresariales durante la crisis. Todo ello a fin de asegurar un aprendizaje integral, actualizado y, sobre todo, relevante para los ejecutivos.
A su vez, la malla curricular ahora incide más en el desarrollo de habilidades blandas que ahora mismo son más requeridas por las organizaciones, como la gestión de crisis y de cambios. Los estudiantes también aprenden a asumir el liderazgo en situaciones disruptivas, así como a prever los cambios y a diseñar estrategias comerciales para afrontarlos con éxito.
Según la Encuesta de Reclutadores Corporativos 2020 de GMAC, las habilidades principales que registrarán una mayor demanda durante los próximos cinco años serán la gestión de la estrategia e innovación, agilidad, la gestión de herramientas y tecnologías y las habilidades interpersonales. Precisamente son los graduados de MBA quienes se ajustarán más a ese perfil porque se han capacitado en una coyuntura sumamente compleja, retadora y con una actualización más constante.
Los MBA también están orientados a desarrollar el espíritu emprendedor en los ejecutivos. En ese sentido, el repunte de la economía puede incentivar al graduado a formar su emprendimiento y potenciarlo gracias a la red de contactos construida durante su permanencia en el programa, la cual reúne tanto a docentes de perfil internacional como a colegas con amplia experiencia en diversos rubros.
El entorno BANI exige a los gerentes mantenerse más actualizados que nunca y considerar todos los escenarios posibles, ya que los cambios son más frecuentes, les gusten o no. Lo mejor que pueden hacer los profesionales que aspiren a estas posiciones es prepararse lo mejor posible para afrontar cualquier cambio, y el MBA les ayudará a cumplir sus objetivos en medio de la nueva normalidad. ¿Has considerado llevar un MBA este año? Déjanos tu opinión.
Coordinador Académico del PADE Internacional en Transformación Digital en Esan Graduate School of Business. Decano de la Facultad de Ingeniería, Director de las Maestrías en Dirección de Tecnologías de Información y Project Management de ESAN. Consultor internacional de empresas y organismos internacionales como BID, ONU, CAF, OIT, Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y OVTA-APEC.
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