La primera parte de esta reforma comprende la carrera del servicio civil, mediante una propuesta de ley que se trabajará en el Congreso. Una de las cosas que se debe corregir es la existencia del régimen de Contratación Administrativa de Servicios (CAS) y los distintos regímenes laborales que abundan en el sector público. Ahora, se tiene que contar con una carrera civil que sea válida para todo el sistema público, de tal modo que se dé homogeneidad a toda la masa laboral.
Al principio, la reforma del servicio civil debe ser progresiva. La carrera civil dará oportunidades a todos los empleados, como ocurrió con la carrera magisterial. Cuando este proceso termine empezará una tendencia a desarrollar una administración de procesos adecuada y eficiente del servicio al ciudadano, de tal modo que estos no tengan que pasar por diversos pasos y trámites para la obtención de un servicio del Estado.
Esto resolverá un elemento clave que es la dinámica del sector público, pero además implica un cambio de la estructura organizacional, pues se deberá identificar cuáles son las formas de trabajo que no son adecuadas, así como los procesos inútiles y tendrán que ser simplificados lo más que se pueda hasta tener un diseño ágil y dinámico.
Dependiendo del tiempo que demore la reforma, hay que comenzar con las principales instituciones del Ejecutivo, pero quizá será más difícil aplicar los nuevos principios en los gobiernos locales, debido a que cuentan con un nivel de autonomía. Por ello, será fundamental realizar coordinaciones con estos niveles de gobierno para que, luego de la reforma, retomen su autonomía.
Aunque se habla de que uno de los problemas en el Estado ha sido el tope salarial para los funcionarios públicos (Decreto Supremo 020-2006), de todas maneras creo que la reforma traerá una mejora en la modalidad de pago, pues implica encontrar elementos que permitan combinar sueldos fijos y variables, porque es la única forma de reconocer el desempeño en una organización. La remuneración será variable de acuerdo con la productividad del empleado. Espero que estos temas sean revisados en la nueva legislación.
Sobre los riesgos de copamiento en el Estado de los "amigos" del gobierno de turno, considero que la reforma del servicio civil conlleva necesariamente a una mejor forma de contratación, más exigente. Y si eso sucede, vamos a tener una reducción de los casos de copamiento de militantes en el sector público, aunque es natural que el gobierno de turno quiera tener siempre a su gente de confianza trabajando con ellos. Para ello, la reforma tiene que considerar un porcentaje de puestos de confianza, pero no ocuparán cargos de la carrera civil, a menos que ingresen mediante concurso público.
¿Confía en que la próxima reforma del Estado contribuirá a un mejor servicio a los ciudadanos?