Ceremonia inaugural de los Panamericanos 2019 en Lima.
Escenario 1:
Miles de atletas, todos con al menos un dispositivo móvil, suben sin problemas a las distintas redes sociales fotos y videos del inicio de los Panamericanos, los mismos que muestran lo impecable de la organización y evidencian que Lima, la ciudad sede, es una metrópoli del siglo XXI.
Escenario2:
Miles de atletas manifiestan su malestar por el servicio de internet de la ciudad porque nadie puede subir fotos y videos del evento debido a que la conexión es muy lenta o simplemente porque no funciona. La molestia es tan grande que los únicos comentarios que se hacen son para culpar a los organizadores por la pobre logística de los Panamericanos.
Al apreciar los escenarios planteados queda claro que es necesario preguntarse desde ahora si la red de Lima podrá soportar a tantas personas que simultáneamente quieran acceder a internet para enviar información. Pero además de plantearse la interrogante señalada es fundamental que empecemos a preparar nuestra infraestructura para que no pasemos de una gran inauguración a una crónica de una tragedia anunciada.
Ahora, para tener la infraestructura adecuada que permita no tener problemas con la conectividad a internet se requiere tener más antenas que puedan soportar una mayor cantidad de usuarios conectados (enviando y recibiendo información a una velocidad relevante y a una calidad relevante). Sin embargo, este incremento de antenas trae consigo un aspecto muy importante a contemplar: la salud pública, debido a que si bien las radiaciones no-ionizantes no están demostradas como generadoras de cáncer o que afecten directamente a la salud humana, muchas personas han llegado a aceptar que las antenas pueden repercutir negativamente en su estado físico y mental.
Es aquí donde nos topamos entre una necesidad real de aumentar la infraestructura para dar mejor cobertura de internet con miras a los próximos panamericanos, una deficiente infraestructura de comunicaciones móviles y un temor por parte de la población ante la presencia de antenas y las radiaciones no-ionizantes que no ha podido ser atendida por ninguna institución o empresa de comunicaciones.
Ante el panorama planteado tiene que encontrase soluciones que pasen por el compartir de infraestructuras de modo tal que la población pueda aminorar sus temores de "exceso de antenas"; mejorar las tecnologías de las celdas para móviles (de modo tal que pueden requerirse menor cantidad de antenas para dar mayor cobertura); y debe existir un rol más activo por parte de OSIPTEL y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para que se despliegue mayor infraestructura, pensando inclusive en centralizar los temas de permisos para antenas e infraestructura relacionada respetando las reglas de defensa civil y del ornato de la ciudad.
Faltan cuatro años para los Panamericanos y de seguir con la infraestructura que tenemos en la actualidad no llegaremos con una capacidad adecuada al certamen. Queda en las autoridades empezar a trabajar con celeridad para lograr que Lima esté a la altura de las circunstancias.
¿Crees que Lima tendrá lista la infraestructura necesaria para albergar los Panamericanos del 2019?