En los últimos dos años, y superadas las restricciones producto de la pandemia, las empresas turísticas han tenido que adaptarse rápidamente a un contexto complejo que demanda una mayor personalización de su oferta y un mayor cuidado en la calidad de sus servicios para evitar ser objeto de críticas y malas referencias. Como resultado, han surgido nuevos perfiles que están vinculados a la gestión comercial, la sostenibilidad, la experiencia del cliente, el behavioral design o la gestión de datos. Estos perfiles representan un nuevo paradigma en la gestión del turismo. A su vez, también ocasionan que quienes trabajan en el rubro o aspiran a hacerlo, desarrollen nuevas competencias, más allá del manejo de idiomas.

1) Especialista en marketing digital turístico. Este perfil profesional es requerido para emplear las herramientas digitales y las redes sociales con el propósito de promocionar destinos turísticos, atraer a los viajeros y aumentar la visibilidad de las empresas en el entorno digital. [...]

2) Gestor de experiencia del cliente. La personalización se ha convertido en una obligación para las empresas que buscan para atraer a los viajeros y generar una recomendación por parte de estos. Las labores de este perfil profesional incluyen la utilización de herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, para conocer las preferencias y necesidades de los clientes, y así diseñar propuestas personalizadas que superen sus expectativas y creen experiencias únicas.[...]

3) Especialidad en análisis de datos. Este perfil es uno de los más demandados debido a que las empresas del sector necesitan de profesionales que tengan la capacidad de recopilar, analizar e interpretar grandes volúmenes de datos para obtener información valiosa que permita tomar decisiones estratégicas en el sector turístico. [...]

4) Especialista en sostenibilidad turística. Uno de los grandes cambios producto de la pandemia en los consumidores es el hecho que existe una mayor valoración por las empresas que tienen buenas prácticas ambientales, tanto por la gestión de los recursos, como por el impacto de sus actividades en el ambiente. Por ello se necesitan de especialistas que puedan supervisar los procesos logísticos de las empresas u operadores turísticos para que cumplan con los criterios ambientales necesarios.

5) Especialista en Behavioral design. Esta profesión es muy importante en la industria turística ya que permite diagnosticar comportamientos y decisiones, identificando oportunidades concretas para hacer nuevas líneas de diseño que faciliten los comportamientos y decisiones esperadas en una situación determinada: compra de pasajes, reservas de habitaciones, compras de paquetes turísticos, recomendaciones en Booking, etc. Este perfil se puede complementar muy bien con un gestor en experiencia del cliente.

6) Experto en turismo gastronómico: Promueve y gestiona actividades relacionadas con el turismo vitivinícola y de la gastronomía. En el Perú esto cobra una mayor importancia gracias a los reconocimientos que reciben nuestros restaurantes y platos típicos.

7) Especialista en turismo cultural: Es otra profesión que se abre campo al promover y preservar el patrimonio cultural. Dentro de sus funciones está la organización de actividades turísticas relacionadas con la historia, el arte y las tradiciones de un destino. Esto está vinculado a la generación de experiencias más memorables.

8) Especialista en turismo de naturaleza y ecoturismo: Este perfil profesional se encarga de diseñar y promocionar actividades y paquetes turísticos que respeten los ambientes naturales, fomentando la conservación y la educación ambiental.

A manera de conclusión, el sector turístico ha experimentado cambios significativos debido a la incorporación de nuevas tecnologías y necesidades comerciales, las mismas que aún arrastran los efectos de la pandemia. Por ello, los perfiles profesionales de la industria turística han evolucionado y ahora requieren habilidades en marketing digital, análisis de datos, gestión de la experiencia del cliente y nuevas tecnologías. Además del manejo de idiomas, las competencias necesarias incluyen el dominio de herramientas tecnológicas, habilidades interpersonales, capacidad de adaptación y aprendizaje continuo.

Lee la nota completa aquí.