"El mercado de trabajo debería responder disminuyendo los salarios en EE.UU. y aumentándolos en China y de esta manera, poco a poco, reducir el diferencial de competitividad entre ambos países, lo que originaría en el mediano plazo el regreso gradual de las compañías a los Estados Unidos y la reactivación de sus niveles de producción y empleo", opina el profesor Roca al diario Gestión.