"Los clientes ven en "su casino" una proyección de sus propios hogares, además de un lugar donde encontrarse con amigos, divertirse y relacionarse con otros. Estos clientes vuelven día a día no solo con la intención de apostar, quieren ver su casa ordenada, empleados atentos y/o técnicos interesados en ellos, y necesitan que todos los empleados cuiden los detalles", agrega el profesor López al diario El Comercio.