Los modelos financieros que, en general, se implementan en el aplicativo MS Excel cuantifican la realidad operacional y financiera del negocio, dan realismo y flexibilidad a las proyecciones presentadas en lenguaje contable (estado de situación financiera, estado de pérdidas y ganancias y estado de flujo de caja) y vuelven explícitos los supuestos utilizados. Así, son parte fundamental de la toma de decisiones y constituyen una herramienta estándar de comunicación con clientes internos de la organización y con terceros financiadores (bancos e inversionistas actuales y potenciales).
Algunas de sus muchas aplicaciones incluyen: i) caso de negocio para saber si se adelanta, o no, un proyecto; ii) proyección financiera de cinco años del negocio; iii) modelo de presupuesto, incluyendo la proyección del cierre del año en curso y los doce meses del siguiente año; iv) análisis de los términos de participación en una licitación, y v) valoración de empresas.
De esta manera, tanto conocer la estructura de los modelos financieros como aprender a analizarlos, diseñarlos y/o realizarlos de manera ordenada, sin tachas ni errores, es una aptitud necesaria para quienes participan de decisiones financieras. Para esta labor es muy útil contar con la ayuda de un profesional especializado. Por ello, te invitamos a revisar las siguientes pautas y a participar en las Especialidades del área de Finanzas del Programa de Especialización para Ejecutivos (PEE) Empresarial de ESAN.
Los modelos financieros son la herramienta estándar de comunicación y cuantificación en las decisiones financieras. Por ello, quienes interactúen en estas decisiones deben conocer las claves para que proporcionen información oportuna, precisa y significativa.
Específicamente, los modelos financieros pueden proporcionar: i) posibles valores de las variables que se consideran importantes en la decisión, ii) identificación de que factores afectan la decisión y cuáles son los más importantes, iii) identificación de la información necesaria para hacer visibles los supuestos de cuantificación y las hipótesis y iv) conocimiento y gestión de las variables para entender la exposición a la incertidumbre.
Por lo tanto, quienes hacen parte de la función financiera en la toma de decisiones deben tener como competencia básica el conocimiento de las mejores prácticas en la elaboración de modelos financieros para poder: i) identificar cuáles son las decisiones clave a tomar, ii) entender los resultados esperados, iii) entender el tipo de variables a ser incluidas, iv) qué información está disponible y qué información falta precisar, y v) diseñar una estructura apropiada y amigable del modelo.
Para gestionar este proceso de manera adecuada, se necesita contar con un profesional capacitado en el desarrollo de prototipos financieros, al cual se le denomina modelador. Su experiencia se basa en los conocimientos técnicos, la comprensión de los retos a cumplir y su mirada independiente. Estas son algunas cualidades que debe poseer:
Gestión independiente. Es mejor que el modelador sea capaz de gestionar el proyecto en su totalidad, en vez de ser un técnico cuya labor se limite a su área de competencia. Asimismo, debe mantener cierta independencia para asegurar la neutralidad y objetividad del modelo.
Ingeniería financiera. Comprende a la perfección los mecanismos, tributarios, contractuales, técnicos, contables y financieros. A pesar de no ser experto en todos estos ámbitos, sí debe ser capaz de interactuar de manera proactiva y con la orientación de especialistas.
Comprensión detallada. Entiende a profundidad la dinámica del sector y los datos exógenos a los que se expone el proyecto. Asimismo, debe ser capaz de comprender con rapidez los indicadores clave del negocio.
Experiencia técnica. El modelo financiero debe inspirar confianza total a sus usuarios. Por ello, el modelador debe dominar las herramientas que necesite, al punto de conocer sus límites y explotar todas sus posibilidades. Asimismo, y para ser más fiable, el modelo debe desarrollarse a manera de repositorio compartido.
Adaptación al contexto. No es lo mismo modelar los estados financieros en una situación de compra o refinanciamiento que durante la formalización del plan de negocio. En ese sentido, un buen modelador debe reflejar con precisión el estatus del proyecto en cada momento puntual e impulsar su desarrollo.
Si bien los modelos financieros son esenciales para tomar decisiones importantes, es importante no caer en el error de concebirlos como un producto que solo pueda ser entendido a profundidad por quien lo diseñó. Bajo la dirección de un modelador capacitado, el producto final no solo será robusto y fiable, sino, sobre todo, comprensible y, por lo tanto, útil para todos los colaboradores de la organización.
Fuentes bibliográficas
International MBA del Instituto de Empresa en Madrid. Especialista en Finanzas e Ingeniero Industrial de la Universidad de las Andes. Es profesor de cátedra y conferencista del área de finanzas de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Socio de la firma Valora Consultoría SAS. Más de 28 años de experiencia en manufactura, aseguramiento de costos y finanzas. Consultoría en valoración y negociación de empresas, marcas e intangibles, fusiones y adquisiciones, estructuración y análisis de participaciones público – privadas, incluyendo sectores como transporte masivo, carreteras, férreo puertos y mineras, identificación y cuantificación de riesgos y reestructuraciones empresariales. También incluye la evaluación de daños y perjuicios en procesos judiciales.
Los análisis de sensibilidad, por escenarios y probabilísticos son tres herramientas que nos ayudarán a tomar decisiones más acertadas en diversos escenarios, con base en las variables más importantes de cada uno.