En un principio, la innovación nos puede servir para mejorar procesos, productos, servicios, entre otros. No obstante, desde el punto de vista de un gerente general o director de una compañía, la gran pregunta es la siguiente: ¿cómo se puede usar la innovación para asegurar el éxito actual y a futuro para la organización? Por ello, la agenda de un CEO debe estar marcada tanto por proyectos relativos a lograr resultados en el presente ejercicio presupuestal, así como de iniciativas que serán relevantes para el éxito de la empresa en el mediano y largo plazo.
En el contexto actual, con cambios acelerados, lo único más o menos previsible es que el negocio, bajo la forma en la que funciona hoy, se transformará en pocos años. Es nuestro trabajo como CEO asegurarnos que nuestra compañía tendrá lugar en ese nuevo contexto. Es decir, si hoy tenemos el modelo de negocio A, debemos garantizar estar presentes cuando aparezca el nuevo modelo B.
Si una organización se aferra solo a su modelo de negocio actual, se convertirá en seguidora de las nuevas firmas innovadoras y difícilmente recuperará la iniciativa y el liderazgo. Así, quedará en riesgo de comenzar a ser irrelevante y ser sobrepasada por pequeñas empresas, a las cuales no prestará atención hasta que sea demasiado tarde.
El primer paso para desarrollar esta agenda es entender que todo tiene un ciclo de vida al que no son ajenos los productos, servicios, tecnologías y modelos de hacer negocios. Por ejemplo, si pensamos en la industria musical, encontraremos un ciclo de evolución de los productos: del disco de vinilo a los casetes, luego a CD, DVD y, finalmente, la desaparición de los formatos físicos con la aparición del mp3.
Sin embargo, si pensamos en el modelo de negocio, vemos que fue más o menos el mismo -el de distribución física- desde la época de los vinilos hasta la de los DVD (Sony Records). Finalmente, cambió con la aparición del mp3; con ello, el modelo de distribución basado en la nube (iPod) desplaza al de distribución física. Asimismo, dentro del modelo de nube, primero apareció el de venta de títulos musicales canción por canción y licencia a perpetuidad (Apple Store). Ahora, el sistema de renting (Netflix y Spotify) es el que ha desplazado al de venta de títulos.
No tener un portafolio de innovación es la manera más segura de ratificar que, en el mediano o largo plazo, tu empresa pierda participación de mercado e, incluso, eventualmente desaparezca.
Muchas industrias han pasado por estos cambios. Ejemplos de ello son las empresas de cámaras fotográficas, hoteles, taxis, películas, venta minorista; así como los autos eléctricos, el Internet de las cosas, el entretenimiento con VR, la banca virtual, los asistentes virtuales, etc. Esto también aplica a nuestras industrias, ya sea de servicios o productos. Debemos pensar en cómo era nuestro negocio hace 10 años, qué transformaciones hubo en ese tiempo y qué creemos que puede cambiar en el futuro.
Ciertamente, no sabemos cómo será el siguiente modelo de negocios o de productos. Por ello, debemos estar atentos al entorno, las tendencias y los competidores grandes y pequeños -como las famosas startups-. Así podremos identificar las pistas de cómo se puede estar moldeando el futuro o, mejor aún, podremos desarrollar nuestra propia versión del siguiente modelo de negocio.
En este sentido, el portafolio de innovación consiste en la creación de líneas de negocio nuevas, con sus respectivos ingresos y gastos, bajo la visión de cómo será el negocio en el futuro. Al inicio, probablemente sea una parte modesta de la facturación, pero te permitirá ser pionero y aprender.
La experiencia dicta que los pioneros de un nuevo modelo de negocio son los que se llevarán la mayor parte del mercado. Por el contrario, los que deciden imitarlos se convertirán en simples seguidores. Para el momento que hayan montado una operación con el nuevo modelo, los pioneros ya estarán en la versión 2 o 3 del mismo, y se llevarán el mercado por delante mientras tú aún estás tratando de aprender cómo funciona.
Su implementación no solo consiste en lanzar proyectos; eso es solo la parte más visible de un proceso mayor que involucra cambios organizacionales, culturales, modelos de gestión de RR. HH. y de métricas de gestión. En general, primero debe identificarse a personas con el perfil adecuado en la organización, agruparlos en pequeñas unidades internas que ejecuten estos proyectos con los recursos apropiados, escalar los éxitos y corregir los errores.
No tener un portafolio de innovación es la manera más segura de ratificar que, en el mediano o largo plazo, tu empresa pierda participación de mercado e, incluso, eventualmente desaparezca. El portafolio debería tener al menos uno y no más de tres modelos de negocios experimentales para no distraer demasiados recursos del negocio principal. Asimismo, debe asegurarse que estos proyectos tengan adecuados recursos y atención.
Finalmente, alguien podría pensar que estas nuevas maneras de hacer las cosas canibalizarán a tu modelo de negocio actual, y probablemente pueda ser el caso. Sin embargo, esto solo ocurrirá en el largo plazo, cuando el nuevo modelo esté maduro y el antiguo comience a ser abandonado por todos (incluyéndote a ti). En realidad, lo que sucede en la práctica es que estas nuevas líneas de negocio te permitirán expandir tus ingresos, permitiéndote llegar a consumidores, clientes y mercados desconocidos.
¿Cuáles son otras ventajas de implementar un portafolio de innovación? Cuéntanos tu opinión.
No tener un portafolio de innovación es la manera más segura de ratificar que, en el mediano o largo plazo, tu empresa pierda participación de mercado e, incluso, eventualmente desaparezca.
Cuenta con más de quince años de experiencia en las industrias de Tecnología, Construcción, Servicios de Información y Consultoría. Ha promovido programas corporativos y gubernamentales en ciencia, tecnología e innovación en Perú, Uruguay y Chile. MBA por ESAN. Especialización en Innovación Corporativa por la Universidad de Stanford.
Para que un producto o servicio sea bien recibido por los usuarios, es necesario que antes se haya diseñado y testeado un prototipo que asegure la funcionalidad de sus características básicas.