La educación posgrado ya no volverá a ser la misma tras la pandemia. En la nueva normalidad, y una vez que se permita el regreso a las aulas físicas, la oferta de programas académicos traerá consigo cambios ligados al concepto de "educación líquida", donde las instituciones darán una enseñanza sin fronteras. Es decir, los estudiantes podrán elegir la modalidad con la que quieran llevar un curso. Si desean tener clases 100 % virtuales, 100 % presenciales o en formato blended, lo podrán hacer sin que existan limitantes en cuanto a una única modalidad para aprender.

Este nuevo escenario será posible debido a que los procesos en las universidades y escuelas de negocio se han digitalizado. También, cabe mencionar que hay un mayor uso de recursos tecnológicos. El uso de aplicaciones como Kahoot!, Brainscape, OpenBoard, Mentimeter, entre otras, se ha difundido para lograr un mayor dinamismo. En cuanto a la metodología de enseñanza, ya no solo se trabaja con el método del caso, sino que hay un enfoque a retos o aulas invertidas que permiten que los estudiantes gocen de mayor protagonismo.

El rol de los profesores tampoco es el mismo. Dejaron de ser solo transmisores de conocimiento o mentores, para ser coachs que permitan un desarrollo integral en los alumnos, que va más allá del conocimiento y que hace un mayor énfasis en las habilidades blandas, como la comunicación, escucha activa, creatividad, juicio crítico, etc.

Como puede verse, la educación que se nos viene será aún más personalizada y logrará empoderar más a los alumnos para que sean co-creadores y co-partícipes de su capacitación y mejora profesional.

Fuente: Revista G de Gestión
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