El grupo GTP tiene ya cuatro años en el país, pero recién el año pasado arrancaron un plan intensivo de expansión con inversiones que bordearon los US$40 millones e incluyeron montar un centro de datos de 1.200 m2. Este año se tiene previsto gastar otros US$25 millones y, si se llega a revertir la Red Dorsal al Estado, tienen presupuesto libre para postular en la licitación.
El 2018, cuando presentaron su data center, mencionaron que estaban evaluando adquirir más empresas. ¿Sigue siendo así?
Estamos evaluando oportunidades. Es una posibilidad siempre. Tenemos un área dedicada a estudiar fusiones que está muy activa en toda la región. Hay diferentes operaciones en proceso, pero no se pueden revelar hasta que estén concretadas. En algunos procesos no se ha tenido un cierre exitoso. Una cosa es lo que ves de afuera y otra desde adentro.
¿Eso pasó recién con Adexus, de GyM?
Nos lo ofrecieron, pero lo analizamos y decidimos no participar. Y no nos equivocamos, porque quien se la adjudicó [el que había comprado antes GMD] al final desistió. Lo que creían que era no fue lo que realmente era. Ahora será más difícil venderlo.
¿Hay otras ofertas? ¿Ve movimiento?
Nuestro sector está muy dinámico. Lo que ha habido mucho en la región es consolidación de compras de infraestructura. En especial de operaciones para montar y mantener torres de redes móviles. Es un negocio de renta a largo plazo. Casi un negocio inmobiliario.
Nos interesa el negocio de servicios mayoristas como proveedores neutros. Te arriendo la torre y te la monitoreo: puedo integrarme por completo. Y para complementar la figura hemos lanzado recién el proyecto para tender fibra submarina de Puerto Montt a Arica (en Chile), pero entrando en cada puerto relevante.
Y por qué no siguen a Moquegua, Ica...
Lo más probable es que después venga el Proyecto Grau. Eso implica entrar de Ilo a Matarani, luego Pisco... Eso será después de acabar el de Chile (2020), la cual implicará una inversión de US$100 millones.
En nuestras costas hay tres proveedores de cable submarino. ¿Ven una oportunidad de negocio? ¿Cuál sería el diferencial?
La particularidad que tienen esos cables es que llegan a Lurín como un enlace regional. De ahí se sale a otros países. En cambio el concepto del Proyecto Grau sería doméstico. Eso permitirá a los operadores tener una red másestable, de mayor disponibilidad y menor latencia. Pero además te va a permitir deslocalizar las salidas y descongestionar el tráfico.
¿Y qué otros planes de inversión tienen para el Perú?
Aquí estamos muy atentos a todas las oportunidades que se puedan presentar en infraestructura y permitan resolver problemas de conectividad. En Loreto, por ejemplo. La Red Dorsal no lo consideró por la difi cultad geográfica. Nosotros hemos pensado montar una red subfl uvial, bajo los ríos, tal como se hace en otros países. Es algo factible.
¿Piensan montar una red por el turbulento Amazonas? ¿Ven ahí un buen negocio?
Que el río sea caudaloso no es un problema. Brasil tiene varias redes en ríos. Vamos a salir de Yurimaguas hasta Iquitos. Es la ciudad más grande de la zona y justifica el proyecto porque vamos con un modelo de operador neutro, como Azteca. Si montas la red y vas al usuario final no lo recuperas nunca. Si atiendes a diversos operadores funciona bien porque el gasto de uno se divide entre muchos.
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Fuente: Día 1, El Comercio