Al ser nativos digitales las personas pertenecientes a la Generación Z responden de una manera diferente a la sobreexposición de información que las marcas hacen al estar acostumbrados a las TIC y a cómo las empresas buscan vender sus productos o servicios. Esta situación supone un reto para las empresas, sobre todo del sector retail, ya que para captar la atención de este grupo demográfico no solo necesitan de una buena publicidad, sino que requieren un producto de calidad que esté alineado a valores como la responsabilidad social y ecológica. De igual forma, se hace necesaria una reformulación en los procesos de la organización para estar más cerca del cliente y generarle satisfacción en cada punto de contacto.
Las empresas ya no pueden preocuparse solo por el bien final que ofrecen. Si su servicio de distribución o el canal de atención no presentan la misma calidad, solo generarán rechazo. Hoy más que nunca el marketing debe estar en sintonía con la cadena de suministro de la empresa para que exista una coherencia entre lo que se anuncia y lo que se ofrece.
Fuente: Gestión