"Tradicionalmente las empresas de servicios turísticos han partido de un enfoque de oferta, es decir, que después de poner en valor los recursos existentes, los promocionan sin pensar en las características y necesidades de la demanda. Por ejemplo, la trocha de acceso a la catarata de Pucayaquillo, en la provincia de San Martin, ha sido ideada para un turista con ciertas condiciones físicas. Los niños y los adultos mayores podrían tener dificultades en épocas de lluvia intensa. Del mismo modo, muchas empresas limitan sus funciones de marketing a la promoción y participación en ferias turísticas", explica y agrega: "Actualmente, el turista es más exigente, pertenece a otra generación; usa las herramientas tecnológicas para informarse, compartir experiencias y manifestar disconformidades. Lo hace a través de organismos de defensa del consumidor, como las oficinas de iPerú, por medio de las redes sociales, a través de foros de discusión o brindando testimonios como Trip Advisor". Señaló Otto Regalado, doctor en Ciencias Administrativas y profesor de ESAN.

Leer artículo completo

Fuente:Revista Cámara de Comercio de Lima