El Gran Shamana: el santuario escondido

El Gran Shamana: el santuario escondido

Sandor Lukacs de Pereny, docente de los programas del área de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de ESAN, analizó en La Industria el antiguo complejo llamado “El Gran Shamana”, su historia y los retos que enfrenta hoy por su preservación.

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La sostenibilidad no solamente aplica para las empresas u organizaciones; es también un paradigma de gestión de nuestro patrimonio identitario, histórico y cultural. Su preservación, por ende, es relevante. Al respecto, la región de La Libertad alberga una rica diversidad de patrimonios culturales que reflejan su historia, tradiciones y legado cultural. Sin embargo, existe un antiguo complejo arqueológico poco conocido ubicado en el distrito de Salpo en la provincia de Otuzco; Nos referimos al Gran Shamana. En este artículo brindaremos mayor detalle sobre este vestigio patrimonial cultural de la nación.

El complejo arqueológico Shamana, conocido como el Gran Shamana, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2006, alberga restos arqueológicos que datan de los períodos Intermedio Temprano y Tardío. Además de su relevancia cultural, el Gran Shamana también destaca por su diversidad natural. A continuación, examinaremos un poco más sobre este.

Relevancia cultural

El Gran Shamana contiene restos de construcciones en piedra canteada, incluyendo viviendas, plazas, terrazas y muros de control de acceso. Estos elementos indican su importancia cronológica en la historia preincaica de la región. De hecho, investigaciones arqueológicas han revelado sus vínculos con el valle de Moche, incluyendo la distribución de cerámica blanco-naranja sobre rojo durante el período Intermedio Temprano. Además, el sitio se considera uno de los centros políticos más importantes en la Meseta de Carabamba durante el período Intermedio Tardío.

Relevancia natural

El Gran Shamana alberga una diversidad natural especial en contraste con la flora de otras regiones como el Parque Nacional del Huascarán en Ancash o Contumazá en Cajamarca. Y es que el sitio alberga una variada flora que se adapta a un entorno rocoso-montañoso. Esta variedad vegetal contiene especies endémicas. De igual modo, los afloramientos rocosos y las zonas de montaña proporcionan hábitats únicos para estas plantas. Dicha riqueza floral puede incluir una amplia gama de especies de flores, arbustos y árboles. Su preservación ecosistémica es altamente importante.

Conservar para sostener

La diversidad florística en el Gran Shamana es esencial para la conservación de la biodiversidad en la región. Estas plantas pueden servir como alimento y refugio para la fauna local, lo que contribuye al equilibrio de los ecosistemas en el área. Su conservación es por lo demás fundamental puesto que los cambios en la población de especies nativas pueden tener efectos adversos en varios procesos ecológicos, como la producción primaria, la polinización, el ciclo de nutrientes y la conservación del agua. Por ello, la introducción de especies exóticas también puede ser un grave problema ya que compite con las variedades nativas.

Amenazas y desafíos que enfrenta el complejo

Es necesario dimensionar que este complejo se remonta a más de 3,000 años y está ubicado a una altitud de aproximadamente 3,800 msnm. En específico, se caracteriza por sus imponentes muros de piedra extendidos alrededor de 5 kilómetros flanqueados por un majestuoso entorno natural. No obstante, a pesar de su importancia ecológica, histórica y cultural, el Gran Shamana enfrenta serias amenazas debido a la expansión de áreas agrícolas y ganaderas por parte de la población local. También, la construcción de infraestructura moderna dentro del área intangible ha contribuido a su palpable deterioro.

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Propuestas para la conservación

En un esfuerzo por abordar estos desafíos, se ha propuesto la creación de una mesa de trabajo compuesta por funcionarios y autoridades locales y regionales. El objetivo es buscar recursos para el mantenimiento y la preservación del complejo arqueológico. Se espera además que esta iniciativa contribuya a proteger y promover al Gran Shamana como un importante patrimonio cultural y turístico de la región La Libertad. En este sentido, la defensa del patrimonio cultural funciona como catalizador para la defensa de emprendimientos turísticos locales responsables.

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