Antes de diversificar un negocio, es clave evaluar el contexto. El empresario debe analizar las oportunidades del mercado, la solidez de su organización, el respaldo financiero para invertir y el nivel de riesgo que decidan tomar sus accionistas.
La diversificación es una estrategia de crecimiento y expansión, motivada por el éxito de la empresa en la actividad que realiza. El buen desempeño invita a pensar en otros productos o servicios que puedan venderse a través de las mismas plataformas. Otro factor es la saturación y/o nivel de competitividad de la oferta de la empresa. Si es muy alto, una buena estrategia es abrir nuevos mercados y mantener el ritmo de ventas y crecimiento.
El beneficio más importante de este proceso es un mejor control del riesgo al "no poner todos los huevos en la misma canasta". En términos de rentabilidad, se puede lograr una mejora al diluir los costos fijos entre varias líneas de negocios. Si lo vemos desde la perspectiva del talento interno, se generan líneas de carrera interesantes que fomentan la competitividad y la preparación para aprovechar las oportunidades.
Es clave elegir la estrategia de diversificación que mejor se adapta a la visión, misión y objetivos de la empresa.
Ante una posible crisis, esta estrategia permite diversificar el riesgo. Si una línea de negocios falla, las otras pueden compensar o mantener a la empresa en un nivel de rentabilidad adecuado. Sin embargo, si la diversificación se realizó bajo la estrategia de extensión de marca, podría ser perjudicial para más de una línea de negocio. El riesgo debe estudiarse antes de salir al mercado con una sola marca.
Vijay Govindarayan, autor del libro Las tres cajas1, señala que en la primera caja está el modelo de negocio actual. La segunda tiene lo que se debería desechar de ese modelo y la tercera guarda los nuevos proyectos. Antes de implementar ideas innovadoras y nuevos modelos de negocios, lleva la primera caja al nivel máximo de eficiencia, luego analiza con objetividad la segunda para liberar a tu empresa de prácticas desactualizadas. Así, la empresa estará lista para trabajar en la tercera caja y diseñar una estrategia óptima.
Es clave elegir la estrategia de diversificación que mejor se adapta a la visión, misión y objetivos de la empresa. La diversificación concéntrica permite atender al mercado actual con una variedad de productos alternativos. Puede generar canibalización, pero es mejor canibalizarte tú mismo que ceder espacio a la competencia. Esta estrategia permite aprovechar tu know how al máximo -la curva de aprendizaje es rápida y tienes bastante control de la operación-.
Un ejemplo de diversificación global es Coca Cola, con sus distintos sabores y marcas de bebidas. En el Perú, el Grupo Ajeper ha utilizado una estrategia similar. Sin embargo, vale la pena conocer el caso de Samsung, que nació en 1938 como una compañía exportadora de pescado, fruta y verduras. En la década de 1970, Samsung invirtió en las industrias pesadas de química y petroquímica. Diez años más tarde, apostó por la tecnología e inició un desarrollo que lo convirtió en uno de los grandes pioneros de la era digital.
La estrategia de diversificar puede aplicarse en cualquier parte del mundo. Se necesita visión empresarial para detectar oportunidades de mercado, armar un equipo con ganas de hacer que las cosas ocurran bien y de desafiar el statu quo. En el Perú tenemos muchos casos de emprendedores que ya diversifican y demuestran confianza en el potencial del país. Algunos ejemplos destacados son Intercorp, Credicorp, Delosi, Lindley, ACP, Ajeper, Silvestre, Camposol y Marathon. Y tú, ¿ya estás listo para diversificar tu negocio?
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1. Govindarajan, V. (2016). The Three Box Solution: A strategy for innovation. Estados Unidos: Harvard Business Review Press.
Es clave elegir la estrategia de diversificación que mejor se adapta a la visión, misión y objetivos de la empresa.