El 2020 marcó un hito en el aumento del uso de plataformas y herramientas tecnológicas, con un aumento de 70 % a 300 %, según las actividades realizadas a diario. Se evidenció un crecimiento exponencial en aplicaciones de e-commercey pagos online, para comprar víveres; la telemedicina, para atender consultas de salud remotas, y el teletrabajo, para mantener las tareas laborales desde casa.

Los peruanos también nos vimos forzados a reclamar mejoras en la conectividad en casa para acceder a servicios de educación a distancia por las mañanas y a las aplicaciones de películas y juegos en línea por las noches. En los negocios autorizados para atender al público, la tecnología permite monitorear los síntomas de la COVID-19, mediante termómetros digitales a distancia y cámaras termográficas. 

También se desarrollaron más y mejores aplicaciones para el soporte de la cadena de suministros y logística, en especial para el seguimiento y visibilidad en el delivery de las mercancías y el control del stock. Personas de toda edad se volcaron masivamente al uso de dispositivos móviles, tabletas o laptops, y sus aplicativos, para evitar el acceso a los establecimientos y reducir el contacto directo con los encargados de atender al público.

Entorno laboral

El teletrabajo reaparece como alternativa principal de las empresas, de cara a la necesidad de un nuevo modelo laboral descentralizado, distribuido y digital. Ello implicó una separación física de las oficinas y sus empleados, adaptando nuevas tecnologías para mantener la continuidad del negocio, con la mejora en la experiencia para todos. Su adopción en el Perú no ha sido tan simple ni inmediata, incluso en grandes corporaciones.

El big data aportó mejoras y nuevos métodos de recolección de datos que ayudan a empresas y otras entidades privadas a conocer las necesidades y el gasto de los consumidores.

Entre las principales dificultades, destacó el acceso a servicios de internet estables y con ancho de banda suficiente, la asignación de laptops en reemplazo de desktops y la configuración de VPN de los trabajadores para ingresar a las aplicaciones corporativas y herramientas de colaboración desde sus hogares. Otra dificultad fue improvisar ambientes apropiados y, generalmente, compartidos en las casas. 

Tecnología en los negocios

La crisis sanitaria aceleró la transformación digital del ecosistema empresarial, con una creciente importancia del big data y los servicios en la nube. Las organizaciones han visto la forma de ahorrar costos, innovar, optimizar procesos y rentabilizar lo invertido en esas tecnologías mediante el desarrollo rápido de aplicaciones, el lanzamiento de call centers en la nube o la creación de dashboardsvirtuales con datos claves sobre sus ventas y las predicciones de su desarrollo para las cadenas de suministros. 

Los servicios cloud fueron una herramienta fundamental para el trabajo remoto y descentralizado de los trabajadores en el manejo de la información interna de las empresas. Por ejemplo, en el uso de las herramientas de trabajo colaborativo (hojas de cálculo, documentos de texto o presentaciones de trabajo) o las videoconferencias. Muchas empresas aprovecharon estos momentos de crisis y desaceleración económica para mejorar su arquitectura web.

El big data aportó mejoras y nuevos métodos de recolección de datos que ayudan a empresas y otras entidades privadas a conocer las necesidades y el gasto de los consumidores. También se llevaron a cabo iniciativas para el análisis predictivo de los datos de localización de los celulares, a fin de rastrear el número de visitantes a los mercados y centros comerciales. Asimismo, se realizaron análisis del lenguaje en las redes sociales, para conocer la experiencia del usuario y mejorar la atención al cliente.

Una de las principales tecnologías usadas por las empresas en este tiempo de pandemia es la inteligencia artificial (IA) en forma de robots para tareas usualmente realizadas por humanos, como los servicios de atención al cliente mediante asistentes virtuales. También se adaptaron los canales de consumo al nuevo consumidor peruano, mediante el desarrollo de aplicativos móviles, que mejoran contenidos y publicidad digital. 

Otra aplicación de la IA y el machine learning fueron los vehículos autónomos. Compañías de países como China y Estados Unidos los usan para entregar alimentos y compras a sus clientes, y evitar contagios. Además, empresas de inspección y certificación brindan servicios con drones en puertos, graneros y almacenes. La realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) se implementaron con eficacia en diversas galerías y museos, para crear webs que permitan visitas virtuales y exhibiciones.

Educación a distancia

Las clases recreativas, como karate o marinera, así como las clases esenciales de educación primaria, secundaria o superior, se volvieron una necesidad durante el confinamiento. En ese sentido, las tecnologías tuvieron un rol importante en modernizar y transformar los sistemas educacionales y, sobre todo, garantizar la continuidad en la educación, impulsando nuevas formas de aprender.

Se dispuso de distintos modelos de educación a distancia o teleeducación, como los síncronos, donde la enseñanza ocurre en tiempo real y los profesores y alumnos coinciden, pese a no estar en el mismo espacio físico. En el caso de los cursos asíncronos, las actividades de interacción entre los profesores y estudiantes ocurren en tiempos y ubicaciones diferentes.

Ambos modelos permiten ofrecer una gran variedad de cursos y programas apoyados en tecnologías basadas en comunicación por computadora, televisión interactiva, telefonía (audio), servicios de chat, etc. Se desplegaron numerosas plataformas a modo de campus virtuales, aulas colaborativas, sistemas de videoconferencia, repositorios de información digitales y herramientas para crear contenido digital, basados en la nube. El resultado facilitó el acceso de una buena parte de la población.

Desafíos pendientes

Pese a los grandes beneficios de estos nuevos modelos de educación a distancia, el Perú se enfrenta a una mayor dificultad: la brecha digital. Los servicios de teleeducación se soportan en canales de transmisión de información y en el acceso a internet, los cuales no están disponibles para todos, o no se cuenta con los niveles de calidad o capacidad necesarios para el desarrollo de los programas. Ello se traduce en constantes interrupciones en la difusión del contenido, que afecta la concentración del participante.

Entre los principales desafíos que enfrentan los peruanos para el uso de la tecnología, destaca la capacitación en el uso de herramientas digitales, sobre todo, para las generaciones más antiguas. Por otro lado, se observa la restricción económica de gran parte de la población, sobre todo en la adquisición de los aparatos o dispositivos electrónicos, que pueden llegar a costar varios miles de soles.

Desde el punto de vista de vulnerabilidad y riesgos de ataques a las plataformas y herramientas tecnológicas, tenemos desafíos en cuanto a seguridad de la información. Finalmente, y en relación con el punto anterior, otro obstáculo importante es la desconfianza de los usuarios en el tratamiento de sus datos y la privacidad en la información, tanto personal como empresarial.

El Gobierno y las alianzas en el sector privado están implementando plataformas de comunicaciones para ampliar la cobertura en el país y mejorar los servicios mediante el uso de tecnologías como la fibra óptica, los sistemas satelitales de baja órbita y las redes celulares de infraestructura compartida. Los retos pendientes son muchos. Primero, hay que superar la situación de emergencia sanitaria actual. Luego, debemos vencer la difícil geografía del territorio nacional y, finalmente, reducir el impacto en la economía familiar. ¿Qué tecnologías implementó tu empresa durante la pandemia? Cuéntanos tu experiencia.