"Gap Theory" en una nueva aplicación
Existe una famosa paradoja en psicología de la publicidad que es explicada por la Gap Theory ("Teoría de la brecha"), dentro de la teoría de las expectativas psicológicas, y que nos sirve para entender este punto. Dice así: "La misión de una buena campaña publicitaria es generar el máximo interés en el consumidor, prometiéndole que el producto/servicio ofrecido será altísimamente satisfactorio, de modo que las personas se sientan fuertemente motivadas a salir de inmediato a buscar lo anunciado".
Pero ¿qué pasa si la publicidad es tan buena que eleva las expectativas de los consumidores demasiado alto, muy por encima de la calidad real del servicio o del producto? Y no me refiero a que el producto sea malo, sino que siendo bueno el consumidor llega esperando algo aún mejor por causa de una publicidad estupenda.
Allí es que se produce una decepción, pues hay una brecha ("gap") negativa entre lo que el consumidor esperaba y lo que en realidad recibe. En este punto, es necesario señalar que la brecha también puede operar en el sentido positivo: si el consumidor tiene una expectativa determinada y luego siente que el producto o servicio le ha dado más de lo que esperaba.
Cuando la "buena" capacitación tiene efectos destructivos
Aplicando lo anterior a nuestro tema, cuando hablo con mis potenciales contratantes acerca de lo que harán para mejorar la situación de su gente, además del retiro de fin de semana, les pregunto, por ejemplo, si empezarán a pagar las horas extras no remuneradas (según mis averiguaciones son de cinco a diez horas extras semanales, a veces más), si les darán estabilidad, si les incrementarán los bajísimos sueldos que les otorgan, si capacitarán a los jefes y gerentes para que mejoren su trato al personal, entre otro detalles. Ante mis interrogantes, su única respuesta suele ser: no, que solo hay plata para el retiro y para mis honorarios, obviamente...
Allí es donde el "mejor chúpense esa plata" viene perfecto. Porque si un empleador va a hacer talleres, retiros o cursos que eleven las expectativas de su gente, que les muestren que hay un modo mejor de gerenciar, que la vida laboral no tiene que ser una rutina miserable, que no es imprescindible vivir atemorizados ante jefes abusadores... ¿qué pasa si el lunes van a regresar a la misma rutina deprimente que es su trabajo?
En vez de "invertir" dinero de la empresa en una capacitación de fin de semana, la misma que puede generar una mayor insatisfacción en el personal (agrandando la brecha), una fiesta con mucha comida, baile y alcohol será una mejor decisión, pues permitirá botar las tensiones y les dará un poquito de energías a los colaboradores para que el lunes vuelvan -con igual o mayor resignación que siempre- a la misma miserable vida laboral a la cual ya están acostumbrados.
¿Cómo considera usted que debería darse una capacitación con efectos positivos? ¿Tiene usted alguna experiencia que compartir al respecto?
Profesor Asociado de ESAN Graduate School of Business (1,990 a la fecha). Consultor y conferencista en desarrollo ejecutivo y en temas de ética, responsabilidad corporativa y seguridad en el trabajo (1986 a la fecha). Profesor Visitante y conferencista internacional en Argentina, Colombia, España, Portugal, Emiratos Árabes Unidos (Dubai), Francia, Austria, Serbia, Estonia, Guatemala, Paraguay, Bolivia, Costa Rica y USA. Psicólogo (UNMSM), MBA (ESAN, 1990), Maestría en Aprendizaje Gerencial (Lancaster, Inglaterra, 1996), Maestría en Gerencia de la Información (Lancaster, Inglaterra, 1997) y DEA en Ciencias de Gestión (Niza, Francia, 2001). Certificado doctoral europeo, EUDOKMA, (Copenhague, 2003).
Autor de 2 libros (Perú) y autor de capítulos en 3 libros internacionales (2 en Inglaterra y 1 en Colombia). Principales cursos dictados actualmente: Pensamiento Crítico y Decisiones Gerenciales (en el MBA ESAN), Liderazgo y Competencias Gerenciales (en el MBA ESAN), Ética y Responsabilidad Social Corporativa (en la Maestría de Organización y Dirección de Personas, MO&DP, ESAN)
Es un minicuento de terror que no te dejará dormir porque la realidad supera la ficción. ¿En qué se diferencia el chofer de combi con el ejecutivo corrupto? ¿Es posible revertir la crisis de valores? Descúbrelo aquí.
¿Nunca les ha pasado que cuando reflexionan sobre hechos que aparecían inconexos en su mente, de pronto les encuentran una clara conexión? A continuación, una reflexión aplicada al trabajo.
Se decía antiguamente que los jefes intermedios eran el "jamón del sandwich" pues recibían presión de los de arriba y de los de abajo. Pero lo más preocupante es cuando, sistemáticamente, los jefes reciben presión desde arriba y, sin ningún filtro, se limitan a pasársela a los de abajo, malogrando el clima laboral.