La industria musical en todo el mundo ha experimentado de manera constante con los avances tecnológicos. La búsqueda de nuevas propuestas en la creación, consumo, producción y distribución de la música se intensificó en el 2020, a raíz del inicio de la pandemia de la COVID-19, que generó una infinidad de restricciones que aumentaban cada vez más la incertidumbre sobre el futuro del sector.

¿Cómo afrontar las restricciones?

Una de las restricciones que más afectó a la industria musical fue la prohibición de conciertos presenciales. Según Pollstar, en el 2020, el sector de los espectáculos en vivo registró pérdidas de USD 9700 millones. Ello implicó replantearse cómo llevar las propuestas musicales de los artistas al consumidor y explorar otras opciones para generar experiencias.

Una de las primeras estrategias fue la realización de conciertos vía streaming a través de plataformas de pago o redes sociales. Esta propuesta mantuvo a flote la realización de conciertos durante las etapas más críticas del confinamiento social obligatorio, además de mantener la cadena logística de trabajadores del rubro de espectáculos y mostrar al público una alternativa diferente de consumir la música en vivo.

Nuevas oportunidades de negocio

Hoy, en medio de una etapa considerada “de reactivación”, los conciertos presenciales están de regreso. No obstante, el uso de la tecnología vino para quedarse, por lo que muchos artistas, productores y empresarios de eventos analizan las maneras de fusionar los conciertos convencionales y el streaming, para apostar por un modelo híbrido.

Miguel Ángel Berrocal, chief financial officer de RLM, una de las mayores firmas del sector musical en España y Latinoamérica, comenta que, desde hace un tiempo, buscan la fórmula para organizar grandes conciertos en streaming. Para que la demanda de estos servicios crezca, tiene claro que la calidad debe mejorar y que es necesario aplicar modelos que aporten valor al concierto en vivo convencional.

“Quien acude a un concierto no puede seguir los movimientos previos de su artista idolatrado antes de salir al escenario, pero quien contrate el espectáculo en streaming sí podría hacerlo y también podría abrir y beberse la misma cerveza al mismo tiempo que su ídolo”, comenta Berrocal. Añade que este tipo de interacciones con contenido exclusivo aporta un valor diferencial al espectador.

Berrocal y su equipo evalúan el uso de realidad virtual y aumentada. Para ello, podrían emplear dispositivos como lentes VR que permitan al usuario elegir entre decenas de cámaras para presenciar el espectáculo desde el ángulo que desee. Incluso podría colocarse una cámara desde la vista del artista para que el espectador pueda acceder a esa perspectiva.

Interacción constante con el público

Ali Rivera, directora de Live Music and Coast Artist Relations de YouTube, menciona que la plataforma ha tenido la oportunidad de crear nuevos formatos a partir de la pandemia. Uno de ellos se dio a raíz de la alianza con el Festival Coachella de Estados Unidos. Durante el fin de semana en que se realizó el festival, se prepararon tres canales de transmisión en vivo, además de contenido generado por los artistas y experiencias exclusivas para los usuarios.

Estas experiencias incluyeron seis fiestas previas a través de YouTube Premium, presentadas por los propios artistas que participaron. También incluyeron chats en vivo, como parte de la experiencia de visualización de las transmisiones, la posibilidad de comprar merchandising exclusivo de Coachella desde la página de reproducción en vivo y un show privado creado con tecnología de realidad aumentada.

Rivera comenta que, como parte de la creación de nuevas experiencias, hoy experimentan con la tecnología de non-fungible tokens (NFT) para que los fans ganen accesos al festival. Si funciona de manera correcta, también se aplicarían en futuros eventos.

Retos pendientes del sector

Dani Aragón, exsubdirector en España de Los 40 y experto en estrategias de marketing musical, comenta que los artistas hoy deben generar ingresos por internet con base en su comunidad fiel y de manera casi automatizada. Añade que lo más importante ya no será tener millones de seguidores en las redes sociales, sino que la propuesta artística sea auténtica y genere conexiones verdaderas con su público.

La industria musical está obligada a someterse a una transformación total, con énfasis en lo digital. No hay duda de que los conciertos en directo siempre existirán, pero es necesario analizar y crear estrategias disruptivas e innovadoras para acercar al público al consumo de espectáculos musicales híbridos, sin que se pierda la emoción y adrenalina que causa la asistencia a un espectáculo presencial. ¿Crees que los espectáculos híbridos podrán convertirse en una tendencia masiva? Déjanos tu opinión.

*Adrián Alarcón Figueroa es participante de la Maestría en Marketing de ESAN.

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Referencias

Fekadu, M. (2020). Industria en vivo pierde $30,000 millones en 2020. Chicago Tribune.

Laberit. Para que los grandes conciertos en streaming triunfen, la tecnología debe aportar un valor extra al directo convencional.

EuropaPress. El eManager: el perfil con más futuro en la industria musical.

Ochoa, D. (2022). Coachella es el ejemplo del futuro de los conciertos. Expansión.