"Actualmente es muy común escuchar que la economía se está enfriando, que debemos tomar precauciones con nuestras finanzas, y es por ello que, siendo consistentes con nuestro comportamiento pendular, hemos pasado de querer comprarlo todo a decir que ahora no debemos comprar nada.
La decisión de comprar o no debería estar en función de dos variables: la necesidad que tenemos de las adquisiciones y la capacidad financiera que nos permitirá obtenerlas". Señaló Patricia Gonzales, Directora Administrativa y Profesora del área de Contabilidad, Finanzas y Economía de ESAN.
Fuente: El Comercio