A estas alturas, ya no es una novedad que se viene una crisis económica en Latinoamérica. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha proyectado una caída del PIB de América Latina en un 1.8 % y un 5.5 % este 2020. Se prevé que el valor de las exportaciones de la región caerá, por lo menos, en un 10.7 % este año, debido a la disminución de los precios y la contracción en la demanda agregada global. 

Esta es una crisis muy diferente a la del 2008, porque es producto de una crisis de las personas y de la falta de producción de estas. El esfuerzo conjunto entre Estado y empresas es primordial. La cuestión es si los Gobiernos están en capacidad de actuar con eficiencia ante esta gran recesión y si las clases empresariales en América Latina están en la capacidad de adaptar su gestión ante lo que se viene. 

El desafío de las empresas

Una recesión como esta desafía a las empresas a mantener un equilibrio entre su liquidez y rentabilidad, por un tema de sobrevivencia y crecimiento. Así es, leyó bien, crecimiento. ¿Se puede crecer durante un período de recesión? Sí, en la medida en que identifiquemos los nuevos mercados y las necesidades que estos cambios generan. A todo esto, varios ya hablan de rediseñar sus productos y servicios o estar a la pesca de oportunidades, pero nada de eso es válido si no partimos por mejorar la gestión de las empresas. 

He aquí un tema crucial: ¿Cómo mejoramos la gestión de las empresas ante este entorno tan incierto? Si tomamos como referencia todos los modelos de gestión que ya conocemos, cometeremos los mismos errores de siempre. Sin embargo, si aprendemos cómo varias startups (algunas desde su etapa temprana) gestionaron para acelerar, despegar y ser las trasnacionales que son hoy, América Latina tendría la gran oportunidad y la gran tarea. 

Una de las primeras acciones que se debe aplicar es redefinir la forma de establecer objetivos estratégicos. Estos ya no pueden ser a rajatabla, desde el fundador o CEO, en un documento que finalmente nadie lee, sino que requieren ser, en muchos casos, cocreados con los miembros más importante de los equipos de trabajo. Hoy más que nunca las empresas en Latinoamérica requerirán altas dosis de compromiso y eso se logra cuando escuchas a tu gente y entiendes las necesidades que observan en la organización. Así se genera una creencia colectiva donde todos mueven el coche en la misma dirección. 

Otro tema importante es la manera de medir los objetivos. Atrás quedó el mapa de indicadores que, finalmente, servía para prolongar discusiones con bajo nivel de toma de decisiones. Hoy un objetivo estratégico requiere de mediciones flexibles: el objetivo prima por encima del indicador, y no al revés. Estos indicadores deben ser cambiados por resultados claves, que podrían cambiar inclusive para lograr los objetivos. 

Lección de grandes transnacionales

Esto fue lo que hicieron empresas como Google, YouTube, Amazon y otras grandes trasnacionales (muchas ellas cuando eran Startups en su etapa temprana) años atrás: establecer objetivos y resultados clave. Esta gestión ágil se llama OKR (objetive and key result u Objetivos y Resultados Clave) y es lo que ha permitido a muchas empresas despegar y mantener sus crecimientos constantes. 

Los OKR contribuyen a generar estrategias específicas para que todos puedan comprenderlas y comprometerse con ellas. Esto es favorable, porque permite seguir el progreso en la implementación de la estrategia. Eso genera motivación en las personas que trabajan en la empresa y ayuda a los ejecutivos a generar una comunicación más efectiva. Crear OKR es lo mismo que decidir cuáles serán sus prioridades hacia el crecimiento y definir cómo gastarán su recurso más preciado: el tiempo. 

Si en América Latina queremos salir del enorme hoyo que nos está generando esta gran recesión, es el momento de hacer cosas distintas, que generen mayor compromiso en las personas, mejor comunicación y, por supuesto, mejor ejecución de aquello que es imprescindible en las empresas para salir a flote y crecer. La ruta ya está trazada, basta ver el crecimiento de todas las empresas y Startups que aplicaron OKR y hoy son grandes trasnacionales. ¿Qué otras estrategias consideras que podrían aplicar las empresas para salir de esta recesión? Compártenos tu opinión.