El manejo de bases de datos obliga a las empresas a plantear estrategias para evitar ciberataques, proteger sus activos y la confianza de sus clientes. Es importante analizar cuáles son las modalidades de ciberdelitos más comunes para estar mejor preparados.
Vivimos en una era digital donde los datos son cada vez más importantes y el valor de una empresa puede calcularse a partir de la cantidad de información almacenada. En ese sentido, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar esencial para el desarrollo de las marcas y su buena relación con los clientes, más aún si hablamos de campañas de marketing digital.
Cada vez son más los trabajadores que acceden a las bases de datos de sus organizaciones a través de dispositivos móviles propios, por lo que la proliferación de ataques cibernéticos va en aumento. Según la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (Enisa, por sus siglas en inglés), las amenazas cibernéticas registran una constante evolución, lo que obliga a las compañías a repensar sus estrategias para no ser víctimas de estos ataques.
Cada ciberataque sigue un objetivo, según su modalidad. Algunos apuntan al secuestro de datos, otros, a la suplantación de identidades y al robo de información relevante de las empresas y sus clientes. Así, no solo los datos del público se ven vulnerados, sino también los canales de comunicación y la imagen corporativa de las marcas, lo cual impacta en su situación financiera.
Las empresas deben invertir en su seguridad y protegerse de posibles amenazas cibernéticas. Un ejemplo interesante son las empresas de la Unión Europea, ya que el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), instaurado en el 2018, incluye sanciones de hasta un 4 % de los ingresos globales a los negocios que sufran alguna violación que afecte los datos de los individuos.
El escenario actual obliga a las corporaciones a sumar esfuerzos y garantizar a sus clientes que hacen todo lo posible para proteger su información personal y comercial.
Cada tipo de ataque presenta desafíos únicos y ha causado más de un dolor de cabeza a grandes empresas. Estos son algunos de los más preocupantes:
Ante esta problemática, se necesita implementar estrategias específicas de prevención y mitigación para que el marketing digital crezca con seguridad.
Las empresas deben adoptar políticas firmes de ciberseguridad para garantizar su crecimiento como líderes digitales y ganarse la confianza del público a largo plazo.
El personal debe estar capacitado y se requiere implementar una gestión de riesgos que contrarreste posibles ataques. Entre estas prácticas, pueden incluirse soluciones de software avanzadas e integrarse con tecnologías acordes con las necesidades del negocio, como el archivamiento, la seguridad en la nube, etc.
La ciberseguridad debe ser percibida de una manera holística dentro de los valores corporativos de la empresa. Ello no solo permite proteger los activos de la empresa, sino también salvaguardar la información personal y comercial de los clientes y, por consecuencia, mantener su lealtad hacia la marca.
Referencias
Las empresas deben adoptar políticas firmes de ciberseguridad para garantizar su crecimiento como líderes digitales y ganarse la confianza del público a largo plazo.
María Elena Vásquez Lamadrid
Comunicadora social que actualmente se encuentra cursando la Maestría en Marketing de ESAN. Cuenta con más de seis años de experiencia profesional en el área de periodismo, comunicaciones y gestión de contenidos en redes sociales. Se desempeña en el cargo de coordinadora de imagen institucional en la Red Integrada de Salud de Ate del Ministerio de Salud.