La agricultura de carbono brinda a los agricultores el gran potencial de convertir el secuestro de carbono de sus campos en efectivo con créditos de carbono. En ese contexto, es necesario fomentar más esta mentalidad en el Perú.
La agricultura de carbono (carbon farming) es un enfoque agrícola completo que permite optimizar la captura de carbono en los campos agrícolas. Para ello, se implementan prácticas que mejoran la velocidad a la que se elimina el CO2 de la atmósfera y se almacena en el material vegetal y/o la materia orgánica del suelo. Es sinónimo de agricultura regenerativa cuando se basa de manera explícita en comprender la dinámica del sistema subyacente y los procesos de retroalimentación positiva que hacen posible una espiral ascendente regenerativa de fertilidad del suelo y productividad agrícola.
La Comisión Europea pone mayor énfasis en sus políticas. Considera que el sector agrícola es clave para alcanzar una economía neutra en el sentido climático, puesto que puede capturar CO2 de la atmósfera. Sin embargo, para alentar a los sectores agrícola y forestal a cumplir con la acción climática y contribuir al Pacto Verde Europeo, es necesario crear incentivos directos para adoptar prácticas amigables con el clima, ya que hoy no existe una herramienta política específica para incentivar de manera significativa el aumento y protección de sumideros de carbono para los agricultores.
En diciembre del 2021, la Comisión Europea adoptó la comunicación sobre ciclos sostenibles del carbono, tal como se anuncia en la estrategia De la granja a la mesa. La comunicación establece acciones a corto y mediano plazo para abordar los desafíos actuales de la agricultura de carbono y mejorar este modelo de negocio verde que recompensa a los agricultores por adoptar prácticas que conducen al secuestro de carbono, combinadas con fuertes beneficios para la biodiversidad. Estos incluyen:
Promover prácticas agrícolas de carbono en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) y otros programas de la Unión Europea (UE), como LIFE y Horizon Europe, en particular, en el marco de la misión A Soil Deal for Europe, y con financiación pública nacional.
Impulsar la estandarización de las metodologías de seguimiento, notificación y verificación para proporcionar un marco claro y fiable para la agricultura de carbono.
Proporcionar mejores conocimientos, gestión de datos y servicios de asesoramiento personalizados a los agricultores.
Para brindar mayor claridad sobre la calidad de las remociones de carbono y abordar la actual falta de estandarización de los marcos existentes, este año la Comisión Europea presentará una propuesta legislativa para desarrollar un marco regulatorio que certifique las remociones de carbono, basado en sólidos y transparentes sistemas de contabilidad de carbono, para monitorear y verificar su autenticidad. Los créditos de carbono se crean en función de la cantidad de carbono que atrae al suelo. Así, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se reducen sobre el suelo.
Los créditos de carbono son un medio de intercambio utilizado para compensar las emisiones de CO2, según las pautas de cap and trade establecidas por el Acuerdo de París. La idea es que las empresas responsables de las emisiones de CO2 tengan que reducir sus emisiones (cap) o pagar el esfuerzo de los agricultores u otros que puedan demostrar sus esfuerzos por eliminar el CO2 del aire (trade).
En esencia, los créditos de carbono funcionan como cultivos en algunos aspectos. En este mercado, los agricultores pueden vender un crédito de carbono a los inversionistas por cada tonelada métrica de carbono que secuestran sus tierras. El mercado de carbono crea nuevas fuentes de ingresos para los agricultores que antes no existían. Ello los incentiva a virar hacia prácticas agrícolas sostenibles y adoptar la agricultura regenerativa.
Por el lado del comprador, las empresas, los Gobiernos y otras entidades compran créditos de carbono por alrededor de USD 15 a USD 20 por tonelada de carbono para compensar sus emisiones. La agricultura de carbono ya es una realidad, pero en nuestro país aún se piensa que la captura de carbono solo está vinculada con los bosques y la Amazonía. ¿Crees que este pensamiento cambiará en los próximos años? Déjanos tu opinión.
La agricultura de carbono ya es una realidad, pero en el Perú aún se piensa que la captura de carbono solo se encuentra vinculada con los bosques y la Amazonía.
Ingeniero de Industrias Alimentarias por la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Magister Scientiae en Agronegocios por la Universidad Nacional Agraria La Molina. Magister en Administración Estratégica de Empresas por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Amplia experiencia en el sector agroindustrial, alimentos y bebidas, ocupando posiciones gerenciales en distintas empresas con énfasis en I+D, comercio exterior, operaciones y retail. Realiza actividades de consultoría en proyectos de inversión, desarrollos comerciales, planeamiento estratégico, competitividad y gobierno de personas con énfasis en empresas familiares. En los últimos años se ha especializado en agricultura orgánica, manejo de invernaderos, waste management y biotecnología aplicada al agro.
El desperdicio de alimentos es un problema grave de impacto global, pero puede combatirse mediante el impulso colectivo de prácticas como agricultura regenerativa y la política de desperdicio cero.
Al adoptar prácticas agrícolas sostenibles, invertir en innovación y fomentar las alianzas, el Perú puede impulsar el crecimiento de su sector agrícola, preservar sus recursos naturales y mejorar los medios de vida de su población rural.
La agricultura regenerativa permite aumentar la productividad de los cultivos peruanos, a la vez que contribuye a tener un suelo más fértil y a un aumento de la demanda de los consumidores respetuosos con el medioambiente.