La pandemia de la COVID19 cambió y transformó lo que conocíamos como "normalidad". En el caso de algunas organizaciones, la supervivencia se constituye como el único objetivo en el corto plazo; mientras que otras, gracias a su madurez digital, pueden mirar más allá y proyectar un horizonte en el mediano plazo donde las reglas del juego serán otras.
En esta "nueva normalidad", aquellas organizaciones que apuesten por acelerar la adopción digital; es decir, por reinventarse y sentar las bases para un éxito duradero, serán las que tengan más oportunidades de hacerse con una mayor cuota de mercado y ser sostenibles en el tiempo.
La rápida migración y adopción digitalcontinuará una vez que se supere la pandemia. Estudios, realizados por Boston Consulting Group, KPMG y Aveva, revelan que la adopción digital de consumidores, ciudadanos y organizaciones que iba a tomar 10 años se aceleró en los últimos meses.
La necesidad de dar un gran salto cualitativo en las compañías obligará a que la aceleración digital destrone a la tan comentada transformación digital de los últimos años.
Según McKinsey, Ernst & Young, y PricewaterhouseCoopers, la aceleración digital para la nueva normalidad se debe orientar en cuatro áreas:
Estas áreas deben ser desarrolladas en tres etapas de manera incremental, sin perder el enfoque en el ciudadano. Asimismo, las prioridades tecnológicas también deben ser revisadas, ya que la reciente crisis provocada por la COVID-19 dejó en claro que la tecnología es un motor central de valor antes que un mero soporte.
A manera de resumen, podemos enmarcar la aceleración digital que estamos viviendo en tres componentes:
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Fuente: Revista de la Cámara de Comercio de Lima